Oliver Stone estrena su filme sobre Kennedy en un clima de gran polémica
El estreno mundial del nuevo filme de Oliver Stone, cuyo tema es el asesinato de John F. Kennedy, se celebró el miércoles en Los Ángeles precedido de una fuerte polémica desencadenada por la prensa norteamericana y algunas cadenas de la televisión. Periódicos influyentes como The New York Times y The Washington Post han criticado la versión que Stone presenta del asesinato ocurrido hace 30 años calificándola de distorsionada, tendenciosa y antigubernamental.
El último número del semanario Newsweek arremete violentamente contra el célebre director de cuyo docudrama, de tres horas de: duración, afirma que no es un simple entretenimiento sino un alegato propagandístico de la teoría, de la conspiración que lo originó. Stone sostiene en su apasionante relato del magnicidio que los autores del mismo fueron la CIA, el FBI, los servicios de inteligencia de la Marina, la policía de Dallas y grupos anticastristas. Presenta a Oswald como un simple chivo expiatorio manejado por un "gobierno paralelo" y sacrificado por él. Y muestra con toda su crudeza el escandaloso encubrimiento de hechos criminales efectuado por la comisión Warren, nombrada por Lyndon B. Johnson para investigar y esclarecer el crimen.Oliver Stone es rotundo en sus declaraciones a EL PAÍS: "Para mí, el asesinato sigue siendo una cuestión abierta que implica todavía a sus instigadores y, por supuesto, a la poderosa maquinaria gubernamental que actúa con absoluta impunidad y más eficacia que la Mafia. El asesinato de Kennedy fue un golpe de Estado. Su ejecución, que hemos recreado minuciosamente en el rodaje, no fue obra de un sólo hombre con un fúsil que disparó tres balas. Fue una emboscada al estilo militar en la que hubo fuego cruzado". Lo que en el filme no apunta ni identifica con absoluta claridad, pues las pruebas fueron cuidadosamente eliminadas por la CIA, ha terminado pregonándolo el director para contraatacar a sus críticos. El ex presidente Gerald Ford, quien tuvo asignado un dudoso papel en la comisión investigadora, ha dicho que es ignominioso el planteamiento de Stone y lo ha calificado de irresponsable. El director, por su parte, afirma que Johnson fue un perfecto mentiroso y un desaprensivo servidor de los intereses económicos de la poderosa industria militar. "El pueblo americano no es idiota y aunque se ha intentado someterle a un lavado de cerebro, ya empieza a oler a rata. Mi versión del crimen está documentada y ya es muy sospechoso que el establecimiento y la prensa norteamericanos se asusten de lo que muestro en la pantalla", añade Stone.
Para contrarrestar esta campaña adversa en un momento crucial, la productora Warner ha destinado 15 millones de dólares en promocionar el filme, cuyo coste ha superado los 40 millones de dólares. Stone cree que existe un intento evidente de desprestigiar su trabajo. "Pero tengo la conciencia tranquila y creo que no me equivoco, máxime cuando dejo al público que extraiga sus conclusiones sin forzarle a aceptar las mías".
Para Oliver Stone es un contrasentido que la misma prensa norteamericana que airea los crímenes de otros gobiernos, y que se congratula de la liquidación total del comunismo en la URSS, se resista a adoptar una sincera actitud crítica en materias domésticas. "Si en España asesinaran a Felipe González me imagino que lo primero que se preguntaría el pueblo y la prensa de su país es quién lo mató. Y por qué lo asesinaron. Aquí, en Estados Unidos, seguimos sin hacernos esa pregunta al cabo de 30 años del asesinato más escandaloso y traumático de nuestra historia. Y la prensa sigue ocultando hechos sin exigir que los documentos en poder la CIA salgan a la luz", dijo Oliver Stone. Estos documentos permanecerán secretos hasta el año 2029 y existe una providencia que autorizaría a la CIA a prorrogar otros cuantos años lo que fue archivado como materia clasificada para la seguridad del Estado.
Babelia
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