Los defensores del general Noriega ganan tiempo
La fase acusatoria del polémico juicio contra el ex hombre fuerte de Panamá Manuel Antonio Noriega por narcotráfico concluyó el martes en Miami (Florida, EE UU) con una pequeña victoria de la defensa, al conseguir que el juez le diera tiempo hasta el 6 de enero para iniciar sus argumentos en favor del general derrocado. Los fiscales del caso Estados Unidos versus Manuel A. Noriega no lograron convencer al juez William Hoeveler de que no diera más largas a un proceso que se inició hace tres meses y puede durar dos más teniendo en cuenta que habrá un descanso de casi tres semanas por las fiestas navideñas.
Hoeveler decidió dar una oportunidad a la defensa para que mejore su preparación tras admitir que el Gobierno le entregó con demasiado retraso documentos que los abogados consideran "vitales" para la columna vertebral de su defensa: la cooperación de Noriega con el Departamento Antidroga de Estados Unidos (la DEA) en la década de los ochenta. Un compungido fiscal, Michael Sullivan, que encabeza el trío acusador, tuvo que admitir ante el juez que ellos fue ron los primeros "sorprendidos" por esos documentos.
Sullivan trató de restar importancia a los informes de la llamada Operación Negocio alegando que Noriega y sus abogados sabían más de ese asunto que ellos mismos, y que los cuatro volúmenes de documentos podían haberlos leído "en una sola noche", lo que el mismo juez se encargó de refutar. El fiscal no pudo explicar cómo es que hasta ahora no se había enterado de una información que ha estado siempre en manos de la DEA y que, según los reglamentos judiciales, debe ser puesta a disposición de la defensa antes del juicio.
La decisión del juez de aplazar el juicio hasta el 6 de enero dará un respiro a los abogados de la defensa, Rubino y Jon May, que se quejaron hace sólo unos días de estar "exhaustos" por la cantidad de información que han tenido que examinar. Además, Rubino podrá llamar ahora como testigos a los agentes e informantes que figuran en los informes de la DEA. También se espera que argumente que el Gobierno de EE UU se distanció de su antiguo informante, el general Noriega, por que éste no aceptó participar en las operaciones clandestinas dirigidas por personal de la Administración de Reagan para proveer de armas a los contras nicaragüenses en aviones que fueron utilizados también para transportar droga a EE UU.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.