La izquierda salvadoreña pide la desmilitarización del país

La izquierda salvadoreña reclamó el sábado la desmilitarización del país tras la celebración de una manifestación en la capital, San Salvador, a la que concurrieron alrededor de 20.000 personas, en apoyo de las negociaciones de paz que hoy inician en Nueva York miembros del Gobierno de Alfredo Cristiani y de la guerrilla.Esta manifestación, integrada fundamentalmente por obreros, estudiantes y campesinos, supuso una réplica a otra desarrollada el 8 de diciembre en la capital salvadoreña, convocada por sectores oficiales y el empresariado como apoyo a la postura del Gobierno y de las Fuerzas Armadas en las negociaciones de Nueva York.

El nuevo encuentro negociador se inicia con posiciones encontradas, a consecuencia de la interpretación que ambos sectores hacen de los acuerdos ya logrados relativos a la creación de la futura policía civil, que se encargará de la seguridad y del orden público en todo el país.

Mientras que Cristiani, presionado por los sectores más ultraconservadores del Ejército y de la oligarquía empresarial, se opone a conceder cuotas de poder al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), éste exige participar, en un 50% de sus efectivos, en este nuevo cuerpo de seguridad.

Firma de la paz

Desde un principio se fijó la fecha del 15 de diciembre para la firma de la paz, pero el Gobierno de Cristiani consiguió retrasar el calendario programado alegando que las diferencias entre unos y otros impedían llegar al acuerdo. El presidente de El Salvador viajó recientemente a México, Colombia y Venezuela, países interesados en una firma rápida de la paz, para explicar cuál es la discrepancia que divide a la mesa negociadora.La urgencia de estos países, a los que se une también España, porque se llegue a un inminente alto el fuego se extiende al principal impulsor del proceso negociador, el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, quien quiere llegar a un acuerdo antes del fin de su mandato, el 31 de diciembre.

Por su parte, la guerrilla, que decretó una tregua unilateral, denunció ayer que se habían producido nuevos enfrentamientos con el Ejército, al que acusa de hostigarla, a pesar del alto el fuego.