La mala gestión hace quebrar a Orion, la productora de 'El silencio de los corderos'
La caída del número de espectadores que sufre el cine norteamericano, provocada por la recesión económica que sacude a Estados Unidos, no es la causa de la anunciada y espectacular quiebra de la productora neoyorquina Orion. La mala gestión es la culpable del hundimiento financiero de la productora de El silencio de los corderos y Bailando con lobos y del anuncio de su suspensión de pagos.
Una deuda de unos 1.000 millones de dólares (unos cien mil millones de pesetas) hizo imposible a sus propietarios seguir adelante con nuevos proyectos. La compañía generó en los últimos 15 meses beneficios cifrados en 500 millones de dólares (unos 50.000 millones de pesetas), procedentes del éxito de su división de vídeo y sus estrenos, pero las facturas y las letras acumuladas terminaron por colapsar la productora.Orion tratará de sobrevivir bajo el denominado capítulo 11 un sistema que permite afrontar la suspensión de pagos e intentar salir de la crisis bajo la supervisión del propio Estado. Un juez, en este caso Burtun Lifland, es el encargado de supervisar los informes de los auditores.
La productora intentará salir adelante trasladándose a Los Angeles, donde sus recientes éxitos cinematográficos podrían ser una buena tarjeta de visita para alguna compañía interesada en reflotar la productora de Bailando con lobos y El silencio de las corderos.
La compañía, que ha producido la mayor parte de las películas del genial Woody Allen, incluido su último filme, Sombras y niebla, tiene bienes materiales cifrados en 1.100 millones de pesetas (unos 110.000 millones de pesetas). Sus posibilidades de remontar la crisis son inciertas, pero los responsables de Orion están dispuestos a luchar hasta el final.
El principal accionista de la firma, Metromedia Corporation, y el presidente de Orion, William Berstein, confían en que la productora pueda salir de esta crisis.
'Robocop 3'
El calvario de Orion ha sido espectacular. A pesar de sus éxitos de taquilla, se ha visto obligada a posponer los estrenos de Robocop 3 y Lovefield, protagonizada por Michelle Pfeiffer, previstos para 1992.Pero nada ha sido tan sangrante para la compañía como la necesidad de vender la película y los derechos de The Adams family, una de las películas de la Navidad, a su competidora Paramount Communications.
Otro de los calvarios de la crisis fue ver despedirse a Woody Allen. El cineasta y Orion formaban uno de los matrimonios Mejor avenidos del cine americano. El pasado mes de septiembre, Orion le comunicó al cineasta sus problemas económicos y las dificultades para producir, montar y promocionar Sombras y niebla, en la que aparecen, entre otros Jodie Foster, Madonna, Mia Farrow y John Malkovich.
La crisis alteró el ritmo de trabajo de Allen, un purista al que no le gusta hablar de resultados comerciales. Ésa fue la razón por la que inicialmente el director de Manhattan, Annie Hall y Zelig fuera a recalar a la Fox, para fichar finalmente por TriStar Pictures, con la que rodará su próxima película. El acuerdo con TriStar, que pertenece a Sony Corporation, es sólo por un año.
Babelia
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