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La cohesión social es el compromiso mas difícil para la cumbre de Maastricht

El cónclave de ministros de Exteriores de la CE celebrado ayer y anteayer en Bruselas dejó abiertos para la cumbre que se celebrará en Maastricht el lunes y martes próximos seis puntos clave del proyecto de tratado de unión política. "El más explosivo", en opinión M ministro italiano, Gianni de Michelis, "es la cohesión que reclama España, porque no se vislumbra un compromiso y seis países no quieren oír hablar de ella".

El Reino Unido exige, al igual que para la moneda única, cláusulas de exclusión de la política exterior común y de la dimensión social de la CE."Todas las decisiones importantes van a Maastricht", señaló el ministro británico Douglas Hurd al dar cuenta de los dos días de negociaciones. De Michelis fue más preciso al señalar seis puntos abiertos, que en realidad constituyen el grueso del tratado. A saber, la vocación federal y la estructura unitaria o no del tratado, la decisión por mayoría cualificada de acciones de política exterior común, la defensa, las nuevas competencias de la Comunidad, la política social y la cohesión. Sobre la cuestión federal, caballo de batalla del Reino Unido, no se decidió aún nada, aunque será un elemento de transacción importante entre Londres y el resto de la Comunidad. De momento, el término se concretó de alguna forma en la expresión "una unión más estrecha entre los pueblos europeos".

La política social y la cohesión son, para la mayoría- de los ministros, los aspectos que plantean mayores dificultades de acuerdo y en especial, según De Michelis, la cohesión. Douglas Hurd inclusó vaticinó que no habrá garantía jurídica en el tratado, sino, como máximo, una declaración aneja sin carácter vinculante.

El debate sobre la cohesión ocupó gran parte de la mañana de ayer después de que la protesta del secretario de Estado Carlos Westendorp sirviera para vencer el rechazo de la presidencia holandesa a incluir este espinoso tema en la agenda. Miembros de la delegación española insistieron en que "España no aceptará una solución que no sea jurídicamente vinculante en el tratado, si se tiene en cuenta la intervención del presidente del Gobierno en el Congreso".

El hecho es que salvo los cuatro países beneficiarios (España, Portugal, Grecia e Irlanda) la demanda de solidaridad financiera tanto por la vía de los ingresos como de los gastos sólo reúne un cierto apoyo de Alemania ("pero sin figurar en el tratado", afirmó Hans Dietrich Genscher) e Italia.

La Comisión Europea respalda en sustancia la propuesta española, pero no tiene poder de voto en la cumbre por tratarse de conferencias intergubernamentales. Seis países, la mitad de la Comunidad Europea, estarán en contra si los contactos bilaterales de los próximos días no logran vencer su resistencia.

'Monstruo' británico

El Reino Unido rechaza la posibilidad de tomar decisiones de política exterior por -mayoría cualificada y demanda incluso la posibilidad de no asumir una acción común previamente aceptada si ello afecta a un "interés nacional superior". El resto de los Doce se opone a "este monstruo", como lo definió el francés Roland Dumas, pero el tema irá abierto a la cumbre.

Tampoco se ven posibilidades de -acuerdo en materia de política social. Italia llegó a plantear una cláusula de exclusión social para los británicos como vía de acuerdo. El Reino Unido ha jugado, y ha conseguido, llevar un piquete muy grande a Maastricht para tener todas las posibilidades de presión y canje.

Donde se aprecia posibilidad de consenso es en la definición de una política de defensa común, una vez que el Reino Unido ha impuesto la mención a la complementariedad con la OTAN. Hurd anunció ayer que la Unión Europea Occidental se reunirá en paralelo a la cumbre, también en Maastricht, para ajustar la redacción que acuerden los Doce. El proyecto franco-germano-español se impone sobre la tesis británicas más restrictiva, pero con los suficientes matices para relativizar su alcance. De esta forma, la redacción final puede quedar así: "La UEO actuará en conformidad con las acciones de la Unión Europea... y la OTAN".

Por si tuviera poco trabajo, la cumbre, además del tratado hacia la unión política, donde los temas claves continúan abiertos, tendrá que pronunciarse sobre las perspectivas financieras a negociar el próximo año y la estrategia de ampliación de la Comunidad. Los más optimistas apuestan por el ingreso de Austria y Suecia.

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