El Partido Socialista Chileno pedirá a Aylwin que dé asilo a Honecker
El Partido Socialista Chileno dirigirá en los próximos días, de forma oficial, una petición al presidente de la República, el democristiano Patricio Aylwin, para que Chile conceda asilo político al ex dirigente de la antigua República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, declaró a este periódico el flamante dirigente del partido, Ricardo Núñez.
Honecker, casi octogenario, cumplió 79 años el pasado 25 de agosto, se encuentra refugiado en la Unión Soviética y ha expresado el deseo de establecerse en Chile para pasar los últimos días de vida al lado de su hija y dos nietos. La hija del ex mandatario comunista vive en Chile, casada con un chileno, que durante la dictadura del general Augusto Pinochet había recibido asilo en la antigua RDA. El Gobierno alemán ha advertido al de Chile que si Honecker ingresa en su país solicitará inmediatamente la extradición para juzgarlo como responsable de haber impartido la orden de disparar contra los ciudadanos que intentaban huir de la antigua RDA a Berlín Este.Santiago, Moscú y Bonn son las tres esquinas de una historia en la que se mezclan dramas humanos, sentimientos de agradecimiento político y razones de Estado. La Unión Soviética dio refugio a Honecker, su fiel servidor de muchas décadas al frente de la RDA. Miles de chilenos encontraron asilo y buena acogida en la RDA durante los días de la dictadura pinochetista. En la lista de antiguos exiliados en la RDA figuran nada menos que el actual ministro de la presidencia chilena, Enrique Correa, el embajador de Chile en la Unión Soviética, Clodomiro Almeyda, el ex dirigente socialista Carlos Altamirano, y los presidentes saliente y entrante del partido socialista, Jorge Arrate y Ricardo Núñez. Entre los exiliados chilenos en la RDA figura Roberto Yáñez, un ingeniero vinculado al partido comunista, que pertenece a una familia de conocidos artistas y se casó con la hija de Honecker, quien ahora desea vivir en Chile.
El Gobierno alemán quiere la extradición de Honecker.
Muchos de los antiguos exiliados chilenos en la RDA forman ahora parte del Gobierno de concertación que preside Aylwin y quieren responder con agradecimiento al asilo que les dio en su día Honecker. El Gobierno de Chile, si llegara Honeéker, se encontraría entre la presión de Bonn, que reclamaría la extradición, y la de los partidos de izquierda que lo forman, que piden dar asilo a Honecker por agradecimiento y motivos humanitarios.
La polémica está servida ante lo que parece una situación sin salida. El nuevo presidente del partido socialista, Núñez, vivió exiliado cuatro años en Berlín Este, donde, precisamente, confrontado con el llamado socialismo real, inició su despegue hacia las posiciones socialdemócratas que hoy representa. Núñez declaró a EL PAÍS que en política "el sentido ético y moral tiene que prevalecer sobre los intereses menores o de Estado que se puedan invocar" ante la situación de Honecker
Agradecimiento y respeto
Según Núñez, por agradecimiento de los miles de chilenos refugiados en la RDA y por respeto a la tradición democrática de Chile, país donde encontraron asilo muchos perseguidos latinoamericanos, "para nosotros, el partido socialista, no es posible que se argumente que el señor Honecker no tiene pasaporte para no otorgarle el asilo correspondiente. Tiene ese derecho y nos parecería absolutamente justificable, además por razones humanitarias, que él viviera sus últimos años en Chile". La misma posición de Núñez la ha formulado ya algún democristiano chileno.En los pasillos del hotel de Santiago donde se reunía días atrás la Internacional Socialista, un socialdemócrata alemán, Karsten Voigt, portavoz de Asuntos Exteriores del SPD en el Bundestag y miembro de la presidencia del partido, sostuvo ante este periódico posiciones opuestas a su correligionario chileno Núñez.
Voigt sostiene que "Honecker tiene que ser extraditado a Alemania" y asegura que no sabe otra alternativa. El diputado alemán argumenta que no es posible juzgar a los soldados y antiguos policías de la RDA por haber disparado en el muro de Berlín o la antigua frontera alemana y permitir que los peces gordos que dieron la orden de disparar permanezcan impunes.
Piensa Voigt que es posible que ni siquiera se llegue a juzgar a Honecker por su quebrantada salud, pero debe ser extraditado. El político alemán reconoce los motivos "de los compañeros chilenos, pero ellos tienen que comprender que nosotros tenemos que respetar los principios del Estado de derecho".
Para el Gobierno chileno, el problema tiene una dimensión moral, reconoció a este periódico el canciller Enrique Silva, radical y miembro de la Internacional Socialista.
Enrique Silva resume el argumento: "Se ha estimado y se le ha hecho presente a Honecker que, si llega a Chile, el Gobierno alemán pedirá de inmediato la extradición. Esa extradición tiene que ser vista por el Poder Judicial, que es autónomo. Esto puede entrañar que llegue aquí y el Poder Judicial, conociendo esa extradición, pueda ordenar la detención de Honecker y eventualmente, si resuelve positivamente, haya que entregarlo". Insiste Silva en que se ha comunicado a Honecker el riesgo que. corre si llega a Chile, aunque "comprendemos que hay un problema moral y de principios. Nosotros podríamos concederle el asilo, pero él tiene que saber que corre ese riesgo".
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