Una familia ha de ganar 400.000 pesetas al mes para comprar un piso nuevo en Madrid

El plan socialista de las 460.000 viviendas; el plan 18.000 del Ayuntamiento; el plan 50.000, también del Ayuntamiento, y el 64.000 de la Comunidad. "Muchos planes y ningún piso construido". Eso opinan los promotores inmobiliarios. Pero los efectos de tantos planes difusos se han notado en la región. La gente no compra; simplemente espera. Los promotores no venden; los agentes de la propiedad, tampoco, y ninguno quiere bajar los precios. Aguardan para subirlos. Así, una familia que quiera un piso en un barrio de clase media tendrá que ganar 400.000 pesetas al mes.

El ciudadano sufre las consecuencias de las incertidumbres que afrontan los inversores. Un piso nuevo de tres habitaciones en un barrio madrileño de clase media cuesta 25 millones de pesetas. Significa eso que una familia necesita ganar 400.000 pesetas al mes y pagar una entrada de ocho millones.Al cabo de 15 años podría decir que la casa es suya, si ha pagado todos los meses 200.000 pesetas. Todo ello, en caso de que la familia consiga un crédito al 13% de interés, nada probable, ya que la mayor parte de las hipotecas se venden al 15%.

Muchos promotores y financieros creen que el crédito debe suponer el 30% del salario del comprador. Si asciende a la mitad, se le considera un posible moroso. En este caso, la familia de las "400.000 pesetas" lo sería.

En la capital de España es muy difícil encontrar una vivienda nueva en el mercado libre por menos de 13 millones de pesetas, según el último informe de la compañía Técnicos Consultores de Inversiones (TCI), efectuado sobre la situación del mercado inmobiliario durante el pasado verano. Para la elaboración del informe se visitaron 437 promociones en venta.

Panorama desalentador

Para pagar esas casas de 13 millones, que sólo se encuentran en Vallecas Villa, habría que entregar cuatro millones de pesetas antes de recoger la llave y 114.000 pesetas mensuales. Eso también con créditos del 13%.El panorama es desalentador para todos. González Aldana, gerente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), se queja de las "vagas promesas" con que las distintas administraciones "intoxican" al ciudadano. Las empresas de Asprima ofrecen unos precios nada suculentos: en Retiro, un piso de 100 metros cuadrados, 26 millones; en la avenida de la Ilustración, 19 millones.

El tope, para las empresas de Asprima, lo alcanza el barrio de Salamanca con 35 millones de pesetas. En el resto de la región, la diferencia es notable. Así, en Alcobendas se venden pisos por 15 millones, en Alcalá y Pinto por 11, en Torrelodones por 12 y en Pozuelo por 19.

"Tenemos los mismos precios desde hace varios meses, porque la gente no compra y la culpa la tienen las administraciones", indica el gerente de la asociación.

Sin embargo, el gerente de PSV, cooperativa de UGT, que construye un tercio de las viviendas del plan 18.000, no opina igual. "Los culpables de que el mercado esté parado son los promotores, que en 1986 colocaron los precios en lugares inalcanzables para un ciudadano medio".

El vicepresidente del Colegio de Agentes de la Propiedad, José Mora Navalón, es un hombre que conoce bien el mercado de segunda mano. Y también se queja de la panorámica actual. "Estamos paralizados desde hace un año", dice. También aporta razones: la posibilidad de que se cambie el decreto Boyer sobre alquileres y la promesa del Gobierno sobre el "bajón" que darán los créditos.

Las cosas marchan mejor en Barcelona, donde los precios han bajado un 5% entre junio de 1990 y el mismo mes de este año, según un informe publicado ayer por el diario La Vanguardia. En Barcelona el metro cuadrado construido cuesta 210.925 pesetas mientras que en Madrid alcanza las 252.100 pesetas.

El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el Partido Popular, también pretende subirse al carro de los créditos baratos. Y para ello, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, le pidió al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) que en el futuro plan 460.000 se otorgue un trato especial a los promotores que construyan en Madrid, por el elevado nivel de vida.

En el borrador del plan se contempla la figura de la vivienda libre con un precio máximo para vender en el mercado. Estas viviendas tasadas medirían 110 metros cuadrados, costarían 13 millones de pesetas, dispondrían de créditos al 11 % e irían destinadas a quienes ganasen menos de 291.000 pesetas.

Obras poco rentables

Sin embargo, el alcalde cree que en Madrid se disparan los costes de promoción, y los contructores pueden tener problemas para rentabilizar sus obras. Por ello, pidió al titular del ministerio, José Borrell, que las ayudas del Estado se amplíen hacia los pisos de hasta 17 millones de pesetas."Eso", según el gerente de PSV, Carlos Sotos, "lo pide el Ayuntamiento porque pretende subastar el suelo que posee". Sotos afirma que cuando se aplique el plan 460.000 este país será otro. "La gente conseguirá créditos al 5% y pagará entradas de cuatro millones y 50.000 pesetas al mes". Sin embargo, de momento sólo se han puesto sobre la mesa muchas promesas que no han logrado rebajar los precios.