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El Parlamento Europeo amenaza con rechazar por insuficientes los tratados de unión

El pleno del Parlamento Europeo amenazó ayer en Estrasburgo con rechazar los tratados de unión política y monetaria si los Doce no introducen mejoras sustanciales en los textos en la cumbre de Maastricht. El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, suscribió muchas de las críticas de los eurodiputados y denunció el predominio de la competencia intergubernamental que convierte "la vocación federal en una especie de coartada".

ENVIADO ESPECIAL, La presidencia holandesa de la CE defendió los progresos alcanzados y manifestó que esperaba un acuerdo sobre la cohesión, con la inclusión de un texto en el tratado y una declaración satisfactoria para España.Jacques Delors afirmó: "Hemos hecho progresos, salvo en la prensa española". Y se mostró partidario de incluir el principio de progresividad en las contribuciones de cada país, como reclama España, aunque no dijo nada de garantías sobre los futuros fondos.

La cumbre de Maastricht (Holanda), los próximos días 9 y 10 de diciembre, se celebrará con un doble guión de suspense. Por un lado, los jefes de Estado y de Gobierno deben aprobar los tratados de unión política y monetaria, que, a juicio de los más optimistas, no pueden ir más allá de un acuerdo de mínimos. En paralelo, los eurodiputados celebrarán un pleno en el que podrían avanzar su decisión sobre las reformas. La amenaza lanzada hace unos días por el presidente del Parlamento Europeo, Enrique Barón, la hizo ayer suya el pleno.

El resultado de la votación que se celebrará hoy no tiene incógnita, porque la resolución que exige a los Doce mejoras a cambio del sí está suscrita por todos los grupos. En caso de rechazo después de Maastricht, la decisión de los eurodiputados no tendría carácter vinculante, pero sí un enorme peso político al reflejar la posición de todos los grupos europeos. Las consecuencias jurídicas podrían ser decisivas si los Parlamentos nacionales de Italia y Bélgica cumplen su promesa de vincular la ratificación al dictámen del Parlamento Europeo.

Todos los grupos parlamentarios criticaron el contenido de los actuales proyectos de tratado, a pesar de que el ministro holandés de Asuntos Exteriores y presidente de turno de la CE, Hans van den Broek, se esforzó por defender los avances conseguidos y su esperanza de superar las diferencias que aún subsisten entre los Doce sobre política exterior, defensa europea, política social, cooperación judicial y policial.

Van den Broek consideró que la cohesión social es "un tema crucial para varios Estados y de interés fundamental para todos". Las negociaciones continúan y "el objetivo es lograr un acuerdo sobre la necesidad de un texto en el tratado y una declaración de los Estados para que en 1992 lleguemos a un reglamento de cohesión que satisfaga a todos".

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La propuesta de codecisión legislativa es considerada insuficiente, y la Eurocámara se opone al predominio de las competencias intergubernamentales que impedirán suprimir el déficit democrático de la CE. El punto ,clave de oposición es la ausencia de una estructura unitaria que deja los dos pilares nuevos a incorporar (la política exterior y de seguridad común, y la cooperación judicial y policial) fuera de cualquier control del Parlamento. A la Eurocámara le irrita especialmente el consenso sobre la propuesta francesa de crear un Congreso o una conferencia mixta, integrada por eurodiputados y parlamentarios nacionales de los Doce, para canalizar las consultas sobre esas esferas intergubernamentales. En ese organismo ve una hipoteca de futuro.

El secretario de Estado español para la CE, Carlos Westendorp, reaccionó ayer a las declaraciones de Delors afirmando que "en vísperas de las cumbres estamos acostumbrados a declaraciones tremendistas". Añadió que se debía tener en cuenta el contexto en el que habían sido pronunciadas, informa "Estaba ante el Parlamento", recalcó, "y esa institución tiene una posición muy definida sobre la unión política".

Holanda destaca el acuerdo y sobre ciudadanía europea

El presidente de turno de la CE, el ministro holandés de Exteriores, Hans van den Broek, destacó ayer en el pleno del Parlamento Europeo el acuerdo alcanzado entre los Doce sobre un texto concreto del proyecto de unión política. "La iniciativa de Felipe González sobre ciudadanía europea ha tenido consecuencias positivas", dijo.La propuesta española ha sido, sin embargo, diluida. La redacción del proyecto de tratado garantiza el derecho de libre circulación y residencia a todos los ciudadanos de la unión en cualquiera de los Estados miembros. Contempla también el derecho a ser elector y elegible en los comicios municipales del país de residencia y en las elecciones al Parlamento Europeo, pero los ministros de Exteriores de la CE han llegado a un acuerdo para paliar los efectos de esta reforma.

En primer lugar, los Doce se dan de plazo hasta finales de 1994 para aprobar las disposiciones que permitirán participar a los residentes comunitarios en las municipales en igualdad de condiciones que los nacionales. En segundo lugar, las normas "podrán establecer disposiciones derogatorias cuando así lo justifiquen problemas específicos de un Estado miembro".

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