Europa necesita unidad de acción para enviar sus hombres al espacio, según Aranzadi.

La unidad de acción es crucial para conseguir que Europa pase a formar parte del reducido club de países capaces de mandar seres humanos al espacio, señaló ayer el ministro español de Industria, Claudio Aranzadi, en el comienzo de la cumbre de la Agencia Europea del Espacio (ESA) en la ciudad alemana de Múnich. El representante español fue elegido ayer por unanimidad presidente de la conferencia ministerial hasta la próxima cumbre, que se celebrará en España, probablemente, a finales de 1992.

ENVIADA ESPECIAL, Al terminar la sesión de ayer, quedó claro que la principal preocupación de los ministros no es la aprobación del plan general a largo plazo de la ESA. Tanto las exposiciones de la mayoría de los 13 países miembros como la discusión posterior giraron en torno a dos cuestiones: la voluntad de los países miembros de ejercer un mayor control político de las actividades del organismo, a través de reuniones anuales, y el estudio de la posible entrada -de Japón y la URSS en algunos de los programas de, la agencia. La entrada de estos países podría suponer un ahorro importante para la ESA en cuestiones como la formación de astronautas o la puesta en órbita de satélites o elementos espaciales.El programa espacial.europeo está en una encrucijada, afirmó Aranzadi, pero si el plan que propone la ESA a los 13 países miembros se aprueba, Europa pasará acodearse con Estados Unidos y la URSS al tener capacidad propia para misiones tripuladas. "Los acuerdos a los que llegaremos en los próximos dos días necesitaránuna notable visión de futuro sobre la dirección de Europa en el espacio, señaló el ministro español. Como objetivos principales sobre los que existe consenso, el presidente de la conferencia citó la voluntad de que Europa siga siendo competitiva en tecnología avanzada con EE UU y Japón.

.Aranzadi pidió asimismo que se mantenga la cooperación con EE UU en el espacio y se tomen en cuenta las oportunidades para una mayor colaborción internacional. Aranzadi recogía así los temores de que EE UU paralice el programa europeo por su propia parálisis respecto a la estación espacial Freedom, en la que participan Europa, Japón y Canadá, y la petición de Alemania y de Francia de que los costes de los programas tripulados, especialmente el transbordador Hermes y el módulo Columbus de la estación espacial, sean compartidas por otros países.

Prioridades económicas

El tema económico, básico en esta cumbre, fue aludido por Aranzadi al señalar que resulta necesario fijar prioridades que tengan en cuenta las fuertes in terrelaciones entre los progra mas de infraestructura en órbi ta, de forma que se óbtenga un programa espacial europeo equilibrado. Alemania había amenazado con retirarse del Hermes si no se aceptaba una reducción de su aportación.

El programa que presenta a los ministros para su aprobación, el director general de la ESA, Jean Marie Luton, comprende las actividades espaciales europeas desde 1992 al 2005. En ellas se incluyen la fase Final del desarrollo de los módulos Columbus, el Hermes y los saléfites de transmisión de datos DRS. En esta propuesta, el primer vuelo d,el Hermes se realizaría en el año 2002, se aprobaría la construcción de una unidad del transbordador y dos lanzamientos de prueba así como la fabricación de piezas de una segunda unidad. Si se aprueba el programa Columbus daría luz verde a una construcción de un módulo laboratorio acoplado a la estación norteamericana Freedom, un laboratorio independiente en órbita y una plataforma en órbita polar. Los ministros decidirán también si se llevan adelante las misiones de la plataforma Eureca y del laboratorio espacial Spacelab, en colaboración con EE UU. Estas misiones serían las primeras en las que participarían los astronautas europeos que serán seleccionados en los próximos meses.

España es el quinto país contribuyente a la ESA, a la que aporta el 5% de su presupuesto. En 1992 su contribución será de 14.000 millones de pesetas. Una treintena de empresas españolas participan en los programas del organismo, entre ellos el Hermes, el Columbus y el nuevo mod elo de cohete lanzador, el Ariane 5. Desde 1992 al 2005, España tiene previsto aportar 270.000 millones a esta organización fundada en 1975, tras la aprobación, el pasado viernes por el Consejo de Ministros, del compromiso político de participar en una serie de programas espaciales.