La rebelión de los actores

La Federación de la Unión de Actores ha elaborado el borrador de un manifiesto contra la política cultural del Gobierno y el desinterés de la Administración. Con contundencia, el texto describe la amenazante reducción presupuestaria del Ministerio de Cultura para 1992, mientras se agrava la crisis del sector audiovisual por el déficit de la televisión pública y mientras los organismos del 92 se dedican a Programar fastos. El manifiesto será discutido con otras organizaciones -desde directores y productores de cine y teatro hasta artistas plásticos e intelectuales- en los próximos días. Tras su redacción final, servirá de convocatoria a una jornada de paro nacional el próximo 12 de diciembre.

"La situación no es nueva porque la cultura siempre, y también para los nueve años de gobierno socialista, ha sido como el hijo tonto, que hace gracias y hasta, alguna vez, es resultón para lucir en sociedad... pero poco más", dice Antonio Giménez Rico, presidente de la Academia del Cine.En enero de 1990, el Gobierno hizo una declaración programática comprometiéndose a apoyar la industria audiovisual. Era un símbolo que, de alguna manera, traía la paz a las aguas del cine español que el ministro Semprún había revuelto. Año y medio después, el pasado mes de junio y con todos los problemas agravados por la crisis financiera de la televisión pública (RTVE), junto con la novedad de otro titular al frente de Cultura (Jordi Solé Tura), los profesionales de la industria audiovisual española exigían al Gobierno, en un documento de 10 puntos que entregaron en la propia Presidencia del Gobierno, el cumplimiento de sus compromisos.

Desde entonces, la situación se ha visto agravada por el recorte presupuestario, que en el caso del Ministerio de Cultura ha supuesto pasar de 55.000 millones de pesetas a 50.000. En la actualidad, transcurridos los nueve años de Gobierno socialista y a pesar de que Semprún anunció cuando era ministro que se duplicaría el dinero de su departamento, la cantidad destinada a Cultura en los presupuestos generales del Estado para 1992 supone el 0,6%. Únicamente

el manifiesto y la preparación de la jornada de paro nacional el próximo 12 de diciembre está siendo organizado en colaboración con los sindicatos CC OO y UGT, así como las asociaciones de directores (Adirce), de productores, Academia del Cine, escuelas de arte dramático, asociaciones de artistas plásticos, sociedades de gestión...

"No buscamos ningún tipo de protagonismo, sino soluciones a la situación de los trabajadores y artífices de la cultura en España. No querríamos tener que tomar medidas de fuerza mayor en pleno desarrollo de los acontecimientos (Olimpiada Cultural de Barcelona, Madrid Cultural, Exposición Universal de Sevilla) del 92" apunta veladamente ("y no quiero decir más") el presidente de la Unión de Actores, Fernando Marín.

Cansados

Marín -cuya federación tiene afiliados en España a 2.300 cómicos, lo que representa cerca del 90% de la profesión real- afirma: "Estamos cansados de hablar con los ministerios y las comunidades autónomas, con quienes nos reciben, porque, por ejemplo el ministro Solé Tura parece que todavía no ha tenido tiempo para entrevistarse con nosotros. Y hemos pensado que no había otra manera de hacer algo. Como actores, hemos barajado diferentes opciones: incluso huelga indefinida contra RTVE, que antes invertía 12.000 millones de pesetas al año, mientras que en 1991 ha desinvertido el 100% (o sea, ni una sola peseta), y para 1992 el rumor es que pondrán 500 millones de pesetas... Respecto a las televisiones autonómicas y a las privadas, están incumpliendo las propias cuotas de programación española que marca la ley -al menos un 25% de producción- y no producen nada de ficción. Más aún, y el dato es estremecedor: en este momento sólo el 7% del audiovisual de las televisiones es español, y en cuanto al cine, no hay más que ver las carteleras españolas para darse cuenta de que las producciones españolas ni siquiera alcanzan el 10%".Las industrias culturales, y más concretamente el audiovisual, mueven en España alrededor de un billón de pesetas y, en conjunto, dan trabajo a 40.000 personas. "El audiovisual se ha convertido en el mundo", explica Marín, "en el segundo sector con más volumen económico, después del metal. Mientras tanto, en España, el presupuesto de Cultura es de los más bajos de Europa".

Y el análisis de la situación por áreas es implacable: "Nuestro cine está a punto de desaparecer: 36 películas estrenadas en lo que va de año y creemos que en el ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales] se rebaja un 0,4%, o sea, que sigue igual de mal que hasta ahora. En el teatro, los recortes presupuestarios de Cultura su pondrán que el INAEM [Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música] rebaje alrededor de un 24% de su prespuesto, lo que significa unos 70 millones de pesetas menos, que, a razón de un millón por compañía, que viene a ser la media, supone que el año próximo trabajarán 70 compañías menos".

"¿Dónde está el compromiso del Gobierno socialista con la cultura, ¿en la ley de mecenazgo?", se pregunta Marín, "que por lo leído no es sino una ley de compras e inversión en arte, pero no contempla la ayuda económica al proceso industrial de la cultura".