Profesionales y sindicatos ven bloqueada la gestión sanitaria

"El nombramiento del director provincial del Insalud es ya inminente". Así respondían hace dos meses en el Ministerio de Sanidad cuando se preguntaba por el vacío creado dos meses y medio antes con la marcha del responsable, Francisco Ortega. Han pasado ya cuatro meses, y nadie encuentra explicación al hecho de que el puesto siga vacío. Algunas fuentes lo achacan al frenazo dado por el Gobierno a las pretensiones del ministro Julián García Valverde de cambiar la estructura del Insalud. Mientras, sindicatos y profesionales señalan que la gestión sanitaria está paralizada.

Cuando, el pasado 1 de julio, Francisco Ortega dejó su cargo de director territorial del Insalud para convertirse en secretario general de Salud Pública, se abrió un periodo de incertidumbre que no se ha cerrado al cabo de cuatro meses. Con Ortega se marchó José María Carro, hasta entonces subdirector provincial de Atención Primaria. Ninguno de los dos cargos se ha cubierto hasta ahora.A pesar de ello, un portavoz del Insalud asegura que no hay vacío de poder: "Las funciones del director las realiza la secretaria provincial. Cada una de las 11 áreas sanitarias de Madrid tiene un gerente de atención primaria y un gerente hospitalario y las subdirecciones del Insalud marcan las pautas". La labor descentralizadora desarrollada por Ortega, que dotó a las áreas sanitarias de gran autonomía, ha posibilitado, según el Insalud, que todo siga su curso.

Esta aparente situación de normalidad es desmentida por algunos responsables sanitarios consultados, que aseguran que la falta de un interlocutor les impide resolver problemas que se van planteando: desde los turnos de tarde del personal médico en los hospitales (las llamadas peonadas) hasta la paralización de los proyectos de nuevos centros de salud o la aprobación de obras de reforma. A ello habría que añadir la creciente descoordinación entre las áreas.

Manos atadas

Las fuentes coinciden en resaltar que, si bien la atención sanitaria diaria sigue su curso, "la Dirección Territorial está bloqueada". "Los actuales responsables tienen las manos atadas. No hay orden de delegación de funciones y nadie quiere tomar decisiones ni asumir responsabilidades que no les corresponden".Estas opiniones son compartidas por los principales sindicatos. "La situación es ya insostenible", afirma David del Río, secretario de Sanidad de Comisiones Obreras de Madrid. "Los gerentes hospitalarios hacen lo que quieren o lo que pueden, según los vínculos que tengan con el ministerio, y no hay una política coordinada con la atención primaria. Se trabaja en precario".

De la misma opinión es la Federación de Servicios Públicos de UGT, que en octubre instaba al ministro de Sanidad a que diera una respuesta a la situación planteada en la Dirección Territorial. "Toda la gestión esta bloqueada, al margen de que los gerentes hospitalarios campen por sus respetos", afirma Jose María Porras, secretario del Sindicato de Ayundantes Técnicos Sanitarios de España (SATSE).

A la sensación de incertidumbre se ha unido el temor, expresado por varios profesionales, de que el retraso en el nombramiento se deba a un replantemiento de la estructura de la Dirección Territorial, que se estaría definiendo de nuevo tras la paralización del proyecto del ministro García Valverde de convertir al Insalud en un ente público.

"Todo son rumores", apunta un alto cargo de la Dirección Territorial, "pero parece que la gestión de los principales hospitales pasará a depender de la Dirección General del Insalud, mientras que la atención primaria quedaría en manos de la Dirección Territorial".

De esta manera, se modificaría el proyecto del anterior equipo ministerial de nombrar un director para cada área, que coordinara los dos niveles asistenciales. "Si esto sucede", afirma un responsable de atención primaria, "se crearía una desconexión entre los centros de salud y los hospitales dentro de cada área, que pondría en peligro la reforma sanitaria desarrollada a lo largo de estos años".