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Tribuna:LA CONFERENCIA DE MADRID
Tribuna
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La benigna metamorfosis de la revolución palestina

Sí George Bush puede jactarse de haber puesto en marcha el proceso de paz en Oriente Próximo a la OLP de Yasir Arafat habría que reconocerle el papel de artífice invisible de la benigna metamorfosis de la revolución palestina.Los palestinos que ayudaron a lanzar el más ambicioso proyecto diplomático de EE UU en Oriente Próximo han conseguido deshacerse de estereotipos. La OLP ha aprovechado con habilidad los tres días de la sesión plenaria de la Conferencia de Paz para demostrar que la era de consignas, kufiyas al vuelo y puños en alto es cosa del pasado. Una de las claves del nuevo estilo que, ha cambiado la imagen de intransigencia revolucionaria ha sido la discreción. Otra, la mesura y la serenidad de las exposiciones. Pero el mejor aliado de los palestinos ha sido el limitarse a insistir en el principio de la legitimidad internacional que Bush describe como piedra angular del nuevo orden mundial.

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"Si no es de tierra, ¿de qué hablamos?"

Siria e Israel se insultaron a sus anchas. La delegación palestina, presidida por Haidar Abdul Shafi, un médico de Gaza de aspecto venerable y ligado al movimiento, nacionalista que dio origen -a Al Fatah y a la OLP, se limitó a contar cómo viven sus compatriotas en el destierro o bajo la ocupación israelí.

En la estrategia palestina no hubo desafíos estridentes a que la comunidad internacional demuestre su respeto a la legalidad, algo que automáticamente daría vida a las resoluciones 242 y 338 de la ONU, que ordenan a Israel retirarse de los territorios ocupados por la fuerza. Los palestinos pidieron ayuda y lo hicieron con el poder de la lógica, la claridad y sobre todo la serenidad.

"La cuestión es la tierra", dijo ayer Shafi. "Y lo que está en juego es la supervivencia del pueblo palestino en lo que queda de nuestros huertos y olivares, nuestras colinas y valles apacibles, nuestros hogares ancestrales, aldeas y ciudades. La legalidad internacional demanda la devolución de tierra árabe y palestina ocupada ilegalmente a sus propietarios legítimos. Israel debe reconocer el concepto de límites -políticos, legales, morales y territoriales- y debe decidir unirse a la comunidad internacional aceptando los términos de la ley y la voluntad de la comunidad internacional".

Desde 1988 los palestinos reconocen formalmente el derecho de los israelíes a existir como un Estado. La OLP ha renunciado públicamente al terrorismo y ha tratado de entablar un diálogo de paz con Israel sobre la base de esas resoluciones. Con igual determinación han dicho que jamás renunciarán a sus derechos políticos ni al de ser otra vez parte de Jerusalén, algo en lo que la profesora Hanan Ashraui ha insistido con elegante aplomo.

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Una inequívoca muestra de discreción y tacto político la dio la propia OLP, que oficialmente no participa directamente en el proceso y cuya invisibilidad ha impedido a los israelíes abandonar la mesa de negociaciones en Madrid. Nabil Shaat, presidente del comité político del Consejo Nacional Palestino (Parlamento en el exilio) y uno de los más estrechos colaboradores de Arafat, ha estado en Madrid desde el martes, a kilómetros del Palacio

Real pero en contacto con la delegación palestina.

Poco después de cerrarse la plenaria de ayer, un delegado palestino comentó jubiloso: "Para los palestinos hoy es un día de triunfo. Se nos ha reconocido como un pueblo con derechos olvidados. Un triunfo importante, el primer triunfo tangible de este proceso".

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