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La intimidad acosada

Cada español está atrapado en unos 100 bancos de datos sin posibifidad de cambiarlos

"Ficheros nacionales. Direcciones en etiquetas o diskette de médicos, abogados, arquitectos, ingenieros, aparejadores, farmacias, personas por edades, propietarios de coches, dentistas, hoteles, etcétera". La empresa que ha puesto recientemente este anuncio en un periódico español de difúsión nacional cobra seis pesetas por cada etiqueta de dirección personal y 12 pesetas por cada dirección en un disco de ordenador, pero no tiene un tarifa fija por vender un fichero o banco de datos entero de los más variados ámbitos, públicos y privados, que afectan a la vida de los ciudadanos españoles. Cada español esta atrapado en unos 100 bancos de datos, sin ninguna posibilidad de intervenir en los mismos.El proyecto de Ley Orgánica de Regulación del Tratamiento Automatizado de Datos Personales, que será debatido en una primera fase en el Pleno del Congreso el próximo día 30 de octubre, pretende dar garantías al ciudadano frente a lo que "los demás saben de él". No obstante, este proyecto ha recibido fuertes críticas de la oposición y de asociaciones profesionales,, que solicitan, entre otras cosas, mayores garantías para los datos de los archivos oficiales, sobre todo los policiales.

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El caso concreto de la venta de ficheros es sólo un ejemplo de lo que sucede en España en relación con la amenaza a la intimidad. Como en otros muchos casos, el flujo de datos con el que comercia esta empresa es muy difícil de controlar y cada vez será peor, a juzgar por los informes que han presentado recienterriente en el Consejo de Europa los titulares de organismos de protección de bancos de datos informatizados de los principales países que tienen leyes de protección de la vida privada.

"Con la potente y moderna maquinaria informática cada vez es más fácil obtener y transferir información sensible sobre situación económica, ideología, creencias, enfermedades, delitos, antecedentes penales... y dentrode pocos años sobre la propia configuración genética", opina Roly Ryssdal, presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Para Ryssdal el problema no es "tanto proteger los datos como proteger a los individuos o, mejor, proteger la vida privada de las personas, en una nueva era que nos empuja a disponer cada vez de más datos íntimos y que incrementa las posibilidades de manipularlos".

Al cumplirse los 10 años de la firma de la Convención de Protección de Datos del Consejo deEuropa, la situación ha sido descrita por los responsables de las oficinas de protección de datos de distintos países en tonos no muy alentadores y se ha denunciado la cada vez mayor intromisión de los Estados y las empresas en la vida íntima de las personas mediante la tecnología informática. "Todavía existen muchos problemas sin resolveC, ha señalado Erik Harremoes, director de Asuntos Jurídicos del Consejo de Europa, "por ejemplo, el concepto de banco de datos -más estático- debe ser sustituido por el de procesamiento de datos -dinámico, que abarca el tratamiento informatizado- y ya no cabe hacer distinciones legales entre el sector público y el privado porque para los dos se necesita igual protección".La intromisión en la vida privada de los ciudadanos suele llegar también con frecuencia desde el sector de la mercadotecnia o marketing directo que transmite información por correo, telefóno, fax y otros medios de tipo electrónico y para ello dispone previamente de bancos de datos personales que los han creado las propias empresas o los han adquirido en el mercado negro de datos personales.

Existe un riesgo potencial en los instrumentos de las técnicas de mercadotecnia directa de atentar contra la vida privada", señala Jean-Philippe Walter, jefe de Protección de Datos de la Oficina Federal de Justicia de Suiza. "Por ello debe revisarse la legislación y las auto rregulaci ones que existen sobre el tema, y, en todo caso, la recolección y comercialización con datos sensibles ha de hacerse con el consentimiento de los interesados".

Nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías informáticas y de telecomunicación son cada vez más perfectas, pero en la medida que éstas avanzan se convierten en mas inseguras porque el acceso a ellas es más fácil. Así lo ha señalado, por ejemplo, Manuel Heredero, consejero técnico del Ministerio de Justicia, que ha representado a España en el Consejo de Europa. Una prueba de esta tesis es que las 50 mayores empresas europeas de informática tienen que dedicar algo más de un billón de pesetas al año para cubrir la seguridad de sus sistemas infórmáticos. El 44% lo destinan a paliar los sabotajes, el fraude, las copias piratas y el robo de la información. El 30% a los accidentes y al mal funcionamiento de los sistemas y el 24% a los errores profesionales, de programas y de transmisión.

'Superfichero' europeo

El 1 de marzo de 1992 entrará en vigor el llamado sistema de información de Schengen, que permitirá a ocho países europeos (Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, España, Italia y Portugal) intercambiarse datos criminales, judiciales y relativos a la seguridad sobre los ciudadanos de estos países. Se trata de un superfichero policial destinado no sólo a controlar a las personas y sus bienes, sino también a investigar sobre los mismos. El gigantesco banco de datos, desde el que se podrá conectar en el acto con el resto de los países miembros de este acuerdo, estará situado en Estrasburgo.¿Existe alguna forma eficaz de controlar los datos policiales? Alfred Einweg, comisario federal de protección de datos de Alemania, ha respondido directamente a esta cuestión: "La formación de ficheros policiales y sobre todo su utilización deben ser regulados por una ley". En consonancia con este principio ha preparado un anteproyecto de ley para su país que permita a los ciudadanos acceder a través del comisario de datos a los ficheros de la policía e incluso a los archivos de los servicios secretos.

Esta ley será particularmente útil para los ciudadanos de la antigua República Democrática Alemana, en la que había ficheros -la mitad de ellos informatizados- en poder de la Stasi o policía política que contenían hasta 4.000 datos para una sola persona. Ahora estos ciudadanos podrán saber qué datos sobre su persona existen en estos archivos y, aunque no serán destruidos, la ley prohibirá usarlos en perjuicio de los afectados.

En tono anecdótico, Einwag ha dicho que si se pusieran uno detrás de otro los informes sobre personas que tenía la Stasi, alcanzarían por lo menos 200 kilómetros.

Discriminación genética

Algunas empresas de Estados Unidos y Canadá han introducido un nueva forma de discriminación en la contratación de trabajadores: la prueba genética. Así lo ha denunciado recientemente en el Consejo de Europa Ann Cavoulcian, directora de la oficina del Comisario para la Información y la Protección de la Vida Privada (incluidos los bancos de datos informatizados) de Ontarlo (Canadá).Esto es grave y lo será más, en opinión de Cavoukían, porque dicha práctica amenaza con extenderse. "Se estima que en el año 2000 la mayor parte de las grandes empresas del mundo estarán familiarizadas con este mecanismo". Si se aplica esta vara de medir, únicamente los trabajadores sanos y que no tengan predisposición a determinadas enfermedades de acuerdo con un previo análisis de su mapa genético podrán acceder a un empleo.

La discriminación laboral por razones genéticas podrá hacerse universal cuando figuren en los bancos de datos informatizados, tanto nacionales como internacionales, las características de los genes de las personas. Estos datos podrán ser utilizados por la policía para saber la predisposición genética, si es que llega a demostrarse científicamente algún día, a la drogadicción, al alcoholismo, a la delincuencia o simplemente a la juerga. Entonces ya no sólo podrán ser controlados quienes hayan cometido algún delito, sino también los delincuentes en potencia.

Miguel Vicente, biólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, señala que no existen motivos "para montar un escenario catastrofista ". "Aunque la tecnología para ahondar en el mapa genético está disponible, todavía quedan por conocer muchos genes y se desconoce su interrelación".

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