España apoya el proyecto de Fujimori para erradicar el cultivo de hoja de coca en Perú

El jefe de Estado peruano, Alberto Fujimori, expuso ayer al presidente del Gobierno, Felipe González, su plan de sustitución de la hoja de coca, base de la cocaína, por otros cultivos. González le sugirió algunas ideas para que su proyecto sea un éxito, y se comprometió además a interceder ante el presidente de Estados Unidos, George Bush, y ante sus socios de la Comunidad Europea para recabar apoyos para el Gobierno de Lima.

En la segunda jornada de su visita oficial a España, Fujimori proporcionó a la prensa algunas estadísticas y estimaciones sobre la droga en su país. En unas 300.000 hectáreas de terreno, unos 250.000 campesinos peruanos, que aseguran la subsistencia a un millón de personas, cultivan el 60 % de la hoja de coca que se produce en el mundo. Por ello reciben anualmente unos 10.500 millones de pesetas, que representan tan sólo el 0,2% del volumen del negocio de esa droga. La aportación de González consistió en sugerir, según explicó el propio presidente español, que hasta que esos nuevos cultivos se abran camino en los mercados se instaure "un sistema de garantías que garantice un precio mínimo a sus, productores" y que el Gobierno peruano, con la ayuda internacional, compre los excedentes "y los distribuya en su propio país en sustitución de la ayuda alimentaria extranjera". Bastaría con dedicar un 0,5% del presupuesto norteamericano de lucha contra la droga para subvencionar esta reconversión.

González y su huésped firmaron ayer el borrador del tratado de amistad y cooperación hispanoperuano, el primer documento de estas características suscrito con un país latinoamericano que no incluye una estimación de los recursos que mediante créditos e inversiones, España consagrará a Perú en el próximo lustro.

Escaso comercio

Reconoció el presidente haber tenido "mucha dificultad para hacer estimaciones". "No queremos poner una cifra estimativa que pueda ser irreal", añadió. "Hemos pasado años, relativamente rnalos", prosiguió refiriendose a los escasos 8.000 millones de pesetas de comercio entre España y Perú en 1990. Aunque Felipe González no lo mencionó hay otro argumento que incita a la prudencia. Coincidiendo con el paso de Fujimori por Madrid, el semanario norteamericano Fortune ha publicado una encuesta de la consultoría Business Risk International que coloca a Perú en cabeza de los países con mayor riesgo de inversión. Un 20% de los atentados que se producen en el mundo tiene lugar en Perú.

En consecuencia España sólo se ha comprometido a financiar con créditos blandos "proyectos concretos" de cooperación por 17.000 millones de pesetas, El sector privado español no parece muy proclive a invertir en Perú.

El presidente peruano aprovechó su comparecencia ante la prensa para hacer una encendida defensa de su política de derechos humanos, que ha sido criticada en múltiples ocasiones por Amnistía Internacional. Fujimori denunció de entrada a los "me dios de comunicacion que son voceros de los grupos terroris tas". Narró algunos "casos atroces" de los que "quieren instaurar un régimen a lo Pol Pot", el dictador camboyano.

El jefe de Estado peruano explicó que su Gobierno, había modificado su estrategia y ahora ya no se enfrentaba con las poblaciones controladas por la guerrilla. En consecuencia, "la violación de los derechos humanos es menor". Según los datos que expuso, cuando llegó al poder se registraban 30 denuncias mensuales de casos de violaciones de los derechos humanos, mientras que el mes pasado fueron tres.