Jefes militares en activo poseen una empresa que trabaja habitualmente para el Ejército
Dos jefes militares en activo, un coronel y un teniente coronel, destinados en órganos de gestión económica del Ejército de Tierra, poseen la mayoría de las acciones de una empresa que, según documentos oficiales trabaja habitualmente para dicho ejército. El tercer socio de la firma Arnón Ibérica S.A., dedicada a la comercialización de regalos de empresa, es un capitán en la reserva transitoria.
Las acciones de la empresa Arnón Ibérica S.A., creada en 1985 y con un capital actual de 4.500.000 pesetas, según inscripción del Registro Mercantil, se distribuyen a partes iguales entre el coronel Gonzalo del Barrio Sánchez, el teniente coronel Carmelo Arribas Llorente y el capitán Domingo Cerro Mata. El coronel estuvo destinado, desde marzo de 1988 hasta antes del verano, en la Dirección de Asuntos Económicos (Diae) del Cuartel General del Ejército, principal organismo de administración económica del Ejército de Tierra, y actualmente trabaja en la Dirección de Abastecimiento y Mantenimiento (Diam) del mismo cuartel general. El teniente coronel se encuentra destinado desde abril de 1988 en el. Cuartel General de la Brigada Paracaidista (Bripac) y actualmente es el jefe del centro financiero de dicha unidad. El capitán, por su parte, está en la reserva transitoria.
A pesar de que todos sus propietarios son militares del Ejército de Tierra, la firma Arnón Ibérica S.A. figura en la relación de "empresas privadas que trabajan habitualmente para el Ejército de Tierra" entregada por el Ministerio de Relaciones con las Cortes al diputado de Izquierda Unida Antonio Romero y fechada a 29 de abril de este año. La empresa aparece en el anexo del documento oficial referido a la Dirección de Abastecimiento y Mantenimiento (Diam) del Ejército, en la que actualmente trabaja el referido coronel.
Adjudicación directa
Arnón Ibérica no ejerce ninguna actividad productiva y se limita a comercializar regalos de empresa. Numerosas unidades militares de toda España -incluidos, según diversos indicios, el Cuartel General del Ejército y la Brigada Paracaidista- figuran entre los clientes de la firma. EL PAÍS no ha conseguido determinar el volumen de las compras realizadas por el Ejército a Arnón. Una fuente de la companía cifró las ventas a centros militares en "25 o 30 millones de pesetas al año", mientras que otra las redujo a unos siete millones. La citada empresa no ha participado en ninguna subasta o concurso público convocado por el Ejército, por lo que la totalidad de los contratos los ha obtenido por adjudicación directa. Ello es posible por la escasa cuantía de cada una de las operaciones aisladas y por el hecho de que los regalos se sufragan con cargo a la partida "atenciones protocolarias y representativas", en la que existe un amplio márgen para la discrecionalidad.
El Ministerio de Defensa dispondrá en 1992 de un total de 601 millones de pesetas para atenciones protocolarias y representativas", sólo cinco millones menos que este año. Por su parte, la partida adjudicada al Ejército de Tierra se mantendrá invariable el próximo ejercicio, 150.450.000 pesetas, a pesar de los drásticos recortes de los gastos militares.
El teniente coronel Carmelo Arribas manifestó a EL PAÍS que, ante las dudas que le planteaba la compatibilidad entre su destino militar y el cargo de administrador único de Arnón Ibérica que entonces ostentaba, decidió dimitir del mismo, en favor de su hija María del Carmen Arribas, el 9 de febrero de 1989 aunque continuó como socio, con un 33% de las acciones. Agregó desconocer que figure en el registro mercantil como secretario de la empresa y aseguró no haber ejercido dicho cargo.
El coronel Gonzalo del Barrio, contactado también por este diario, declinó realizar cualquier comentario "hasta que no tenga autorización de mis superiores". En el Registro Mercantil figura igualmente una concesión de poderes a la ciudadana chilena Laura Patricia Von Bischhoffshausen Fajardo, propietaria de la compañía Servitecmo, a cuyos locales, en el barrio madrileño de Carabanchel Alto, se ha trasladado hace un mes la sede social de Arnón Ibérica.
La Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, de 26 de diciembre de 1984, prohibe taxativamente a los funcionarios, entre los que se incluyen los militares, "la pertenencia a consejos de administración u órganos rectores de empresas o entidades privadas, siempre que la actividad de las mismas esté directamente relacionada con las que gestione el departamento, organismo o entidad en que preste sus servicios el personal aféctado" por la normativa.
Incompatibilidades
La misma ley establece que "el ejercicio de actividades profesionales, laborales, mercantiles o industriales fuera de las Administraciones Públicas requerirá el previo reconocimiento de co mpatibilidad". Ninguno de los militares en activo que forman parte de la junta de accionistas de, Arnón Ibérica ha solicitado reconocimiento de compatibilidad entre sus respectivas actividades públicas y privadas. El hecho de que el Ministerio de Defensa haya incluido a Arnón Ibérica, una firma cuyos principales accionistas son militares en activo, en la relación oficial de empresas privadas que trabajan habitualmente para el Ejército de Tierra evidencia una grave falta de control de la gestión financiera de dicho ejército, en opinión de fuentes militares, que expresaron su sorpresa por este hecho. La Dirección de Asuntos Económicos (Diae) del Ejército depende funcionalmente del Ministerio de Defensa y orgánicamente, de forma directa, del jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Ramón Porgueres Hernández.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.