Latinoamérica reducirá su inflación este año a una cuarta parte y recuperará renta
La tasa media de inflación del conjunto de países de Latinoamérica se reducirá a una cuarta parte, desde el 1.100% hasta el 250%, al finalizar 1991, de acuerdo con las estimaciones de expertos basadas en informes del primer semestre elaborados por la CEPAL. México, con una reducción de sus precios hasta del 15% -desde el 30% de comienzos de año y las políticas de ajuste emprendidas en Brasil, Argentina y Perú, son las principales contribuciones a la reducción de la tasa media de inflación. La economía latinoamericana y la captación de inversión europea se debatirán en el simposio El mercado de América Latina 500 años después, que se celebra hoy en Barcelona con la participación de los ex presidentes Belisario Betancur (Colombia), Julio María Sanguinetti (Uruguay), José Sarney (Brasil) y Rafael Caldera (Venezuela).
Los ajustes aplicados en los países de mayor nivel de precios han supuesto rebajas espectaculares en los primeros seis meses de este año. Argentina, Brasil y Perú recuperan además su solvencia internacional después de superar el impacto del servicio de su deuda exterior. Otros países en mejor situación, como Chile, México y Venezuela, componen un grupo de naciones con tasas de crecimiento sobre el producto interior bruto (PIB) situadas entre el 4% (México) y el 10% (Chile).El crecimiento medio de los países latinoamericanos puede convertirse por primera vez en la última década en un dique de contención para frenar la caída de la renta per cápita, que "desde 1980 a 1990 ha descendido globalmente el 10% en todo el subcontinente". En este dato coinciden organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) -vinculada a las Naciones Unidas- y el centro de estudios CEPPII, organismo consultor del Banco Mundial.
"Las estimaciones de crecimiento de las economías de la región para 1991 romperán la línea descendente de la última década", señala Jesús Silva-Herzog, embajador de México en España. Una afirmación que contrasta con las previsiones de los organismos internacionales: en el horizonte de los años noventa, el crecimiento de la actividad económica en Latinoamérica puede ser del 3,5% en el primer quinquenio y del 4,2% en el segundo.
Ajustes
Otras fuentes menos optimistas parten del informe Transformación productiva con equidad -presentado por la CEPAL al finalizar el año pasado- y cuestionan la "euforia de algunos pronósticos" basándose en la caída del PIB por tercer año consecutivo en países como Perú (-0,5%), Argentina (-2%) y Guyana (-1,5%); por séptimo año en naciones centroamericanas como Nicaragua (-5,5%), y en la recesión de la actividad durante el pasado año en Brasil (-4%), República Dominicana (-4%), Barbados (-3%), Haití (-2%) y Honduras (- 1 %).
A juicio de Belisario Betancur, las políticas de ajuste recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como consecuencia de la aplicación de los planes Baker y Brady empiezan a notarse ahora, "pero en ningún caso deben suponer un alto coste social". El aumento del comercio internacional, el estancamiento de.la deuda exterior y la incorporación de la agricultura de la región a las normas del GATT -a pesar del estancamiento de la Ronda Uruguay- son síntomas de mejora, favorecida ahora por el clima propulsado por la Iniciativa de las Américas, que concreta su primera fase con la creación del área de libre comercio Canadá-Estados Unidos-México.
Cooperación
La cooperación europea, disminuida por las necesidades que plantea la reactivación de los países del Este, centra también la atención del mencionado simposio. "A pesar de la presión realizada por España, la intervención del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en Latinoamérica se limita al examen individualizado; las Inversiones estructurales de Estados Unidos (plan Bush) no superan los 500 millones de dólares (52.500 millones de pesetas) y la financiación de la CE es de 1.500 millones", señala el economista Esteban Serra Mont. Betancur considera que la rentabilidad de los excedentes monetarios es un contrapeso para el derrollo: "Latinoamérica es una región exportadora de capitales; en 1990 han salido del continente 30.000 millones de dólares con des tino a bancos europeos, alimentando un ciclo perverso que debe terminar si se quieren mantener las conquistas democráticas y cubrir los déficit sociales", señala Betancur.
La reconducción del panorama latinoamericano a situaciones mas justas exige nuevos esfuerzos de los países que integran el área y de los que pretenden tener mayor presencia en ella. El Grupo de Río -integrado por los países del Pacto Andino (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), los del Mercado del Cono Sur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay), Chile y México-, el funcionamiento de su órgano técnico -ALADI- y los acuerdos de la reunión de Bogotá, celebrada en abril de este año, concentran ahora el núcleo principal de las iniciativas integradoras.
Los litigios de la deuda
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Nicolas Brady, expresó en la reciente reunión del FMI en Bangkok su convicción de que la crisis de la deuda exterior iniciada en 1982 está totalmente superada. Este argumento ha sido contestado de raíz por dirigentes políticos de la región, "cuando se está abordando la validez jurídica de algunas cláusulas establecidas por los prestatarios", afirma Rafael Caldera. Por su parte, el Centro de Estudios Internacionales sobre América Latina (CEISAL), reunido hace pocos días en Viena, expone que algunas cláusulas impuestas por los bancos sobre "la modificación de intereses y jurisdicción territorial del acreedor en caso de litigio no se ajustan a derecho". Al finalizar 1990, "el saldo de la deuda exterior de Latinoamérica era de 423.000 millones de dólares, con un aumento del 3,5%, mientras que el saldo acumulado de la región por el concepto de atrasos en el servicio de la deuda alcanzó 30.000 millones", según señalan datos de la CEPAL.
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