Alfredo Kraus da el visto bueno al escenario de La Maestranza en Sevilla
Alfredo Kraus, protagonista de la primera ópera que se ofrecerá en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, confiesa que se siente "incomodo y molesto" por la escasa transcendencia que está teniendo el nuevo espacio lírico. "Este teatro es uno de los tres más importantes de España pero, a pesar de ello, hay una gran falta de ambiente e interés" El tenor asegura que el teatro funciona bien, "aunque con las dificultades típicas que se presentan en cualquier espacio nuevo".
Un montaje de Rigoletto, de Verdi, en el que el director artístico, Giuseppe de Tomasi, ha introducido nuevos elementos -como una efímera presentación de los personajes en la que se desvela al público el destino de cada uno de ellos-, será la primera ópera que se represente, el próximo día 2 1, en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Sin embargo, en opinión de Kraus, el acontecimiento no está teniendo la repercusión que se merece. "No he visto carteles por la ciudad anunciando la ópera y no me sirve el argumento de que las localidades se agotan tan pronto salen a la venta", dice el tenor. La Sociedad Estatal para la Expo 92 se encarga tanto de la gestión como de la venta de entradas del teatro hasta octubre del próximo año.
"No creo que en España se inauguren tanto teatros de ópera como para que se obvie el primer espectáculo del género que se ofrecerá en el Teatro de la Maestranza", agrega. Kraus, una de las voces más consolidadas de la lírica internacional, asegura: "Cosas como ésta no ocurren en ninguna otra parte del mundo".
35 años después
Para Alfredo Kraus, ésta es una ocasión muy especial porque fue en Sevilla, en el Teatro Lope de Vega, y precisamente con Rigoletto, donde el tenor debutó en España. "Fue hace 35 años, en enero de 1956, y esta circunstancia hace del estreno algo muy especial para mí", dice el tenor. Junto a Kraus, de 64 años, en el reparto de Rigoletto aparecen el barítono francés Philippe Duminy y la joven soprano austriaca Eva Lind. La Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Coro del Gran Teatro de Córdoba, completan el programa.
" Mi personaje, el duque, es bastante complicado porque no hay tiempo para desarrollarlo. Se trata de un hombre libertino, algo así como un dictador amoral, cuyo carácter tengo que condensar en pocas apariciones", explica Kraus durante el descanso de uno de los ensayos. Tanto los solistas, cómo el coro y la orquesta ensayan diariamente desde el pasado día 13 en jornadas que se prolongan hasta medianoche.
El tenor canario, quien ha inaugurado otros cuatro teatros a lo largo de su dilatada carrera, entre ellos el Metropolitan Opera House de Nueva York, confesó estar nervioso ante el estreno. "El artista o es un inconsciente o tiene que estar nervioso, ya que el sentido de la responsabilidad te hace exigirte cada vez más a ti mismo, especialmente cuando sabes que el público espera del artista que se supere en cada actuación".
El cantante cree, a pesar de su trayectoria profesional, que aún le quedan cosas que aprender en la ópera. Enemigo de las improvisaciones, Kraus está convencido que su carrera es "un continuo aprendizaje".
Babelia
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