Compositores de hoy
Gran cita de cuantos se interesan por la música contemporánea en el Círculo de Bellas Artes. Se celebraba el concierto de presentación de los 11 primeros discos compactos dedicados a la música actual española y patrocinados por el V Centenario, la SGAE y, por supuesto, el sello editor GASA, en cuyo nombre habló Alfonso Pérez; en tanto lo hacía por la sociedad del centenario Javier Estrella; por la SGAE, Juan Nebreda, y por el Círculo de Bellas Artes, Enrique Baquedano. Todos coincidieron en el interés del empeño: divulgar a través de versiones responsables una muestra importante de la creación musical española de hoy. A las palabras siguió la música, interpretada por el Grupo Círculo bajo la dirección de su titular, José Luis Temes, al que se deben más de 150 primeras audiciones mundiales. Todo un récord. El Concierto para fagot, de Joan Guinjoan (Ruidoms, 193 l), data de 1988 y denota seguridad de escritura y la característica sensibilidad acústica y musical de su autor, quien no tiene inconveniente en abrir sus pentagramas a ciertas resonancias barrocas, a un mínimo popularismo catalán y hasta a ciertos breves impulsos de jazz. Pero todo va, corno la profesión de la conseja, por dentro, y el conjunto es unitario, esbelto y con bellezas tan evidentes como las del tiempo central.
Grupo Círculo
Director: J. L. Temes. Solista: D. Deguines, fagot.Círculo de Bellas Artes. Madrid, 14 de octubre.
José Luis Turina (Madrid, 1952) nos llevó a través de Seis variaciones sobre temas de Scarlatti una experiencia a lo Berio reveladora de un dominio absoluto de la técnica. Turina se expresa con precisión desde su primera obra, pero aquí lo hace en grado máximo, quizá para servir a la exigencia de un arte tan conciso, neto, regular-irregular como el del italiano españolizado, siempre desde el punto de vista y el lenguaje propios del nieto de don Joaquín.
En fin, Tomás Marco (Madrid, 1942), con su Almagesto, de 1989, obra en dos partes, la primera fundamentada en la explotación sonora de gran sutileza que recuerda las creaciones juveniles de Marco, y la segunda decididamente rítmica, con alusiones al rock, pero sólo alusiones: el carácter es distinto y adapta aspectos de danza ritual.
Brilla la inteligencia del compositor madrileño en una suerte de música de cámara sui generis plena de ocurrencias y resuelta con fortuna y gracia. José Luis Temes y su flexible grupo actuaron con gran calidad y excelente cohesión, y el solista de fagot, Dominique Deguines, tocó el Concierto de Guinjoan con verdadero primor.
Babelia
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