"Es necesaria la presencia de la música de hoy"
J. A. VELA DEL CAMPO Pregunta. Cuando tenía 15 años ya eran elogiadas sus interpretaciones de Chopin. Es su amigo fiel, un símbolo...Respuesta. Chopin fue un gran compositor que tuvo la capacidad de escribir para el piano con una magia extraordinaria. En sus piezas tenemos la impresión de que no sobra una sola nota, sorprende su perfección formal. Es una concepción moderna del plano a la vez que rigurosa.
P. En sus primeros pasos también solía tocar los tres movimientos de Petrouchka, de Stravinski.
R. Es cierto. Es una música que amo muchísimo, con la que experimento mucho placer al tocarla. El tiempo te enriquece constantemente las versiones, por eso vuelvo continuamente hacia mis obras preferidas.
P. Tras La donna del lago, de Rossini, ¿ha sentido el deseo de seguir dirigiendo ópera?
R. Disfruté mucho con La donna del lago, en Pésaro. El Rossini serio necesita un tipo de estudio muy especial, y, salvo Guillermo Tell, está bastante arrinconado. De todas formas, fue una experiencia aislada. Es tan grande el repertorio pianístico que para mí es imposible compatibilizarlo con la dirección de orquesta.
P. Una de las características que define a Maurizio Pollini es su dedicación al plano moderno.
R. Es que hay una gran producción pianística en este siglo: Bartok, Prokófiev, Stravinski, Escuela de Viena y, después de la guerra, Stockhausen, Boulez y otros muchos. Hay una aportación importante de conceptos tímbricos, y además para que la vida musical sea viva es necesaria una presencia fuerte de la música contemporánea. Es una situación anómala y ahistórica la que estamos viviendo en este sentido. En Italia, en concreto, han surgido muchos compositores interesantes después de la guerra, pero la música contemporánea tiene aún un puesto muy reducido en la totalidad de la vida musical. Estamos perdiendo la oportunidad de un encuentro permanente entre los compositores del pasado y los de hoy.
P. ¿Es satisfactoria actualmente la vida musical en Italia?
R. Dentro del inmovilismo de la clase política italiana, incapaz de afrontar los grandes problemas de la sociedad, incluso los ecológicos, hay una mayor vitalidad últimamente en la vida musical.
