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BROTES DE VANDALISMO JUVENIL

Otros 16 detenidos en la segunda noche de violencia en Cáceres por el cierre anticipado de los bares

Un total de 26 jóvenes están detenidos en las dependencias policiales de Cáceres acusados de participar en los desórdenes causados por la orden de cerrar los bares de la ciudad antes de las 3.30. Dieciseis fueron detenidos en la madrugada de ayer tras producirse un nuevo enfrentamiento entre fuerzas del orden y centenares de jóvenes que protestaban por el recorte en el horario. La gobernadora civil de Cáceres, Alicia Izaguirre, ha anunciado que continuará la vigilancia policial mostrándose inflexible para variar el horario, mientras el empresario Pedro Prados, acusado de ser uno de los instigadores, presentará hoy una querella criminal contra la gobernadora acusándola de difamación.

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Tras los sucesos del pasado sábado, cuando unos 1 .000 jóvenes arrasaron el centro de la ciudad, en la madrugada de ayer domingo una numerosa presencia de la Policía Nacional, reforzados por agentes municipales y una sección llegada expresamente desde Badajoz, controlaban las inmediaciones de La Madrila, principal foco de la movida cacereña. A las 3.30 de la madrugada todos los establecimientos de la zona cerraron sus puertas, cumpliendo el horario previsto. En la plaza de Albatros fueron concentrándose miles de jóvenes con gritos de "eo, eo, a beber y a correr", "movida, sí; mierda, no" y otros.La tensión crecía en medio de un ambiente de euforia colectiva de los jóvenes, apenas separados 200 metros de los efectivos policiales. Según la gobernadora civil, Alicia Izaguirre, "a las cuatro de la madrugada, tras las agresiones sufridas, los cuerpos de seguridad repelieron con cargas y pelotas de goma".

Desbandada

Minutos después se produjo una desbandada general, con frecuentes enfrentamientos entre los jóvenes y los agentes por distintos lugares de la zona, y si bien en ningún momento se repitió el clima de violencia de la noche anterior, grupos aislados destrozaron cabinas, quioscos, papeleras y algunos escaparetes, en el interior de cuyos establecimientos se encontraban sus dueños para evitar robos. Paulatinamente fueron dispersándose los manifestantes y hacia las seis la tranquilidad era absoluta en el centro. No se produjo ningún herido.

Dieciseis jóvenes fueron conducidos a las dependencias policiales. Entre ellos se encuentran cinco vecinos de Hinojal, una pequeña población próxima a Cáceres. En su comparecencia ante los medios de comunicación, la goberandora civil ni admitió ni rechazó la existencia de grupos organizados, incluso se habló de la llegada de un extraño autobús. En Hinojal, Víctor Lemos, padre de José Pedro, uno de los detenidos en compañía de otros cuatro jóvenes del pueblo, rechazaba esa hipótesis. "Son agricutores, albañiles, electricistas y peones, gente trabajadora, y un estudiante. Aquí en el pueblo no hay nada y suelen ir a pasar el rato a Cáceres. He sido alguacil durante 25 años, les conozco a todos ellos y pongo la mano en la Cruz que no han hecho nada malo". Un policía le comunicó que su hijo había sido detenido por desobediencia.

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Mientras tanto, Pedro Prados, a quien la gobernadora civil señaló, según la declaración de testigos presenciales, como uno de los organizadores de la algarabía, desmiente cualquier relación con los actos violentos de la pasada madrugada. "Es un auténtico bulo", dijo desde su domicilio a este periódico. Pradosanunció que hoy lunes presentará una querella criminal contra la gobernadora civil por "difamación y atentado contra la dignidad y honor".

"En primer lugar, no soy propietario del pub Faunos, como ella ha dicho, sino del Rita, y en segundo lugar, estaba en mi casa cuando comenzaron los incidentes. Vivo en la zona, bajé, miré y dije: 'Se han pasado", comenta. Prado calificó de "torpe" la decisión de la gobernadora de adelantar el cierre de los bares. "Con una hora más el viernes y el sábado esto no hubiera pasado", dijo.

Sin embargo, Izaguirre se muestra inflexible en este sentido: "Era una burla sangrante. Llevo dos años advirtiéndoles que cumplan las normas y respeten los horarios de cierre. Hicieron muchas promesas, que resultaron incumplidas". Izaguirre señaló que durante las próximas semanas continuará la vigilancia policial "para evitar la posibilidad de nuevos incidentes", añadió.

"¡La que se está perdiendo Carlitos!"

Muchos de los jóvenes cacereños que han tomado parte o, simplemente, han presenciado los incidentes del 5n de semana, nacieron en 1968 y ahora descubren su particular mayo francés en una ciudad pequeña, entrañable, conservadora, tranquila, aferrada a las tradiciones y con uno de los índices de delincuencia más bajos del país.Noctámbulos convencidos, su conquista de la calle crecía, parecía no tener límites y decían sentirse dueños de la ciudad. Entre piedras milenarias jugaban a príncipes de la litrona. Estudiantes, obreros y parados. Anónimos y enterrados en la rutina diaria, han hecho del fin de semana una fiesta.

Fuerzas de Seguridad y grupos de jóvenes violentos se enfrentaban en una batalla campal. Dos jóvenes punkis tomaban un cubata, lo depositaron en el suelo, se acercaron a los antidisturbios y les gritaron: "Maderos, mierda". Corrieron, retomaron el cubata y comentaron: "La que se está perdiendo Carlitos", en alusión al amigo que quedó en casa aquejado de gripe.

Es el descubriniento de "una fruta perdida. Insultar y correr de la autoridad a la que consideran culpables de la fiesta terminada", decía un joven matrimonio que a su lado contemplaba impasible el espectáculo.

Una ciudad de ursulinas

Pero a Alicia Izaguirre, gobernadora civil de Cáceres, le "preocupa", le "asombra" y le parece "muy grave" que "chavales de sólo 13 o 14 años quemen papeleras". Esta mujer, negociadora durísima con los empresarlos de hostelería pero con imagen de acogedora ama de casa, coincide con el alcalde de Cáceres, Carlos Sánchez Polo, en que "el señor que vive encima de un bar tiene derecho a dormir si quiere" y que "el quiera tomarse una copa, debe tener también el derecho a hacerlo, y debería poder hacerlo en todo momento".

Sánchez Polo y Alicia Izaguirre colocan una prioridad: "La afición noctámbula debe estar condicionada por el derecho del señor que quiere dormir". Y la gobernadora civil aclara: "No quiero hacer de Cáceres una ciudad de ursulinas, nada más lejos de mi intención".

El primer edil cacereño (perteneciente al PSOE) lamentó, además, que no haya servido de nada la actitud tolerante que durante mucho tiempo han mantenido tanto el Ayuntamiento que él preside como el Gobierno Civil, pues algunos establecimientos no han respetado los horarios, pese a las continuas advertencias, y otros ni siquiera han sido insonorizados.

Sánchez Polo dijo por último que le preocupa "la imagen conflictiva" que pueda ofrecer la ciudad a causa de estos hechos pues, según comentó, no se corresponde con la realidad.

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