IU reconoce que las patrullas se nutren de la base social de la izquierda

Los partidos de izquierda, sobre todo el PSOE e Izquierda Unida, asisten impotentes a que su base social y militante sea la que nutra las patrullas ciudadanas que han decidido acabar por su cuenta con los problemas de la droga en sus barrios ante lo que consideran ineficacia de los poderes públicos. Así lo ha reconocido explícitamente el consejo federal de Izquierda Unida en su reunión de este fin de semana, que, con fuertes dosis de autocrítica, admite que la izquierda debe replantearse su forma de actuar en la sociedad.El coordinador de IU, Julio Anguita, alertó ayer sobre el peligro del brote del fascismo que se puede traducir en que alguien diga "esto se acaba si ahorcamos a dos o tres camellos".

El líder de Izquierda Unida (IU) rechaza que la explosión de los problemas derivados de la drogadicción se circunscriba a un brote racista o xenófobo, y aseguró que su formación política no dejará este asunto "durante muchos meses". Izquierda Unida no quiere que el asunto se centre en el pequeño camello exclusivamente, sino que se vaya directamente al narcotráfico. "Esto no se ataja si no se pone firmes a un par de bancos, por lo que si hay que meter un puro a la banca se le mete", dijo ayer Anguita tras anunciar que pedirá al Gobierno que levante el secreto bancario para desvelar quiénes están detrás del narcotráfico y quiénes se amparan en dicho secreto para blanquear impunemente dinero del narcotráfico.

Durante varias horas del pasado sábado, numerosos miembros del consejo federal de Izquierda Unida expusieron sus puntos de vista y describieron lo que ocurre en sus ciudades, barrios y pueblos para reconocer que su propia base social es la que nutre mayoritariamente las patrullas ciudadanas.

Trabajar en los barrios

"Ya sabemos que hay militantes de Izquierda Unida que están en eso", reconoció ayer Julio Anguita para explicar posteriormente, aunque no justificar, la agresión que sufren los "trabajadores" de su entorno.

A modo de ejemplo se citó el barrio madrileño de Villaverde, en el que aproximadamente un 80% de sus vecinos vota al PSOE y a IU y que en estos momentos se oponen con firmeza al realojamiento en la zona de familias gitanas. En la reunión de secretarios de organización del PSOE del pasado miércoles se puso de manifiesto las deficiencias de ese partido para trabajar en la calle y en los barrios y, por tanto, su alejamiento de los problemas reales, según reconocía el número tres socialista, Txiki Benegas.

IU, que ha formado una comisión de trabajo para hacer propuestas alternativas al Gobierno, considera que la izquierda tiene que "replantearse" radicalmente su forma de actuar en la sociedad, por lo que tendrán que alejar los clásicos principios ld la libertad ante un problema "sobre el que ya han sonado todas las alarmas", dijo Anguita.