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Las fuerzas federales yugoslavas y las croatas permiten el socorro a objetivos asediados

El Ejército yugoslavo y las fuerzas croatas intercambiaron ayer gestos de buena voluntad cuando las tropas federales autorizaron la entrada en Vukovar, que sitian desde hace casi dos meses, de un convoy de socorro con medicinas y alimentos, y las fuerzas nacionalistas permitieron la evacuación de un cuartel federal en Zagreb. El acuerdo para la puesta en marcha de los convoyes fue alcanzado por la mediación comunitaria.

El convoy de la CE dirigido por observadores comunitarios se disponía ayer a entrar en la ciudad de Vukovar, donde 15.000 habitantes y varios centenares de guardias nacionales resisten desde hace más de 50 días los bombardeos y asaltos más violentos de esta guerra. El viernes no lo hizo por la negativa del Ejército a darle paso, bajo el pretexto de haber encontrado una granada de mano en uno de los camiones. Como respuesta a ese parón, las fuerzas croatas, que habían levantado un día antes el bloqueo del cuartel de Borongal, en Zagreb, reinstauraron el cerco cuando el largo convoy del Ejército federal, que según el acuerdo debía partir ayer hacia la ciudad de Bihac, en Bosnia-Herzegovina, estaba ya dispuesto a partir.El acuerdo para poner en marcha ambos convoyes se alcanzó a media mañana de ayer, tras una intensa gestión mediadora de los observadores comunitarios. Pero el gesto de buena voluntad está lejos de arrojar esperanza sobre la actitud del bloque serbio de la presidencia colectiva yugoslava que ha desmentido que, como anunció la Comunidad Europea el jueves, las tropas federales hubieran aceptado su retirada total de Croacia.

Por el contrario, todas las recientes operaciones militares del mando bajo dirección del bloque serbio (constituido en torno a Serbia y Montenegro) tienden a fortalecer y ampliar sus posiciones en territorio croata habitados mayoritariamente por serbios, expulsar a la población croata y acudir a nuevas negociaciones con garantías militares de que Croacia jamás podrá recuperar su integridad territorial.

Volver a las sanciones

Ante este panorama, la presidencia holandesa de la CE se ha visto obligada a pedir a la yugoslava que confirme el acuerdo de retirada de tropas federales y el desbloqueo de sus cuarteles en Croacia, adoptado en La Haya por los presidentes de Serbia y Croacia, Slobodan Milosevic y Franjo Tudjman, y el ministro de Defensa federal, Veljko Kadijevic, informa . De no ser así, la CE puede poner en marcha los mecanismos destinados a imponer sanciones económicas al país.

Hans van den Broek, ministro holandés de Exteriores, recibió en la noche del viernes una misiva de la presidencia colectiva en la que mantenía que los acuerdos del jueves no eran válidos. Según la nota, el Ejército federal debe permanecer en Croacia hasta que se logre una solución política al conflicto. Van den Broek dijo ayer que tal postura contradecía las conclusiones del jueves.

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Mientras, el enviado especial de las Naciones Unidas, Cyrus Vance, llegó ayer a Belgrado para conocer de cerca la situación y comunicar directamente sus impresiones al secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, informa Mirjana Tomic. Vance inició su misión con una reunión con el ministro de Exteriores yugoslavo, Budimir Loncar, cuya labor no reconocen ni Zagreb ni Belgrado. Hoy se entrevistará con el primer ministro yugoslavo, Ante Markovic, y mañana acudirá a La Haya. Mientras, el presidente sovietico, Mijaíl Gorbachov espera el martes en Moscú a Tudjman y Milosevic.

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