El 30 de marzo se dará luz verde al traslado de la colección Thyssen a Madrid
La reforma del palacio de Villahermosa como sede de la colección Thyssen costará unos 4.000 millones de pesetas, el doble de lo pactado en el Congreso -diciembre de 1989- y un 33% más que las estimaciones efectuadas inicialmente sobre el proyecto básico. La Fundación Thyssen Bornemisza trabaja ahora en el cumplimiento de las condiciones exigidas en el contrato entre "el Reino de España y la Favorita Trustees Limited" -propietaria de la colección- para la firma del llamado Certificado Final, requisito indispensable para el traslado de los cuadros a Madrid. Este certificado se firmará el 30 de marzo de 1992, con un retraso de nueve meses sobre el calendario previsto.
La Fundación Thyssen Bornemisza -institución privada a la que compete la realización de las obras y la gestión del futuro museo- se financia con dos créditos extraordinarios que le fueron otorgados por ley, en diciembre de 1989, por un total de 9.000 millones de pesetas, de los que 2.000 millones estaban destinados a la reforma del palacio de Villahermosa. Pero en el contrato de adjudicación de las obras a la empresa Entrecanales, suscrito pocas semanas después, el coste de los trabajos se cifra en 3.000 millones, de acuerdo "con la estimación efectuada a partir de la documentación de que se disponía entonces, es decir, el proyecto básico", según Julián León, director-gerente de la fundación.León se incorpora a la entidad -en sustitución de Ignacio Cardenall- en septiembre de 1990, coincidiendo con la entrega, por parte del arquitecto Rafael Moneo, del proyecto definitivo. "Cuando el nuevo director gerente se incorpora", señala el propio León, "pide dos cosas: un programa de obras y un presupuesto". Desde el inicio de los trabajos habían transcurrido tan sólo siete meses, pero el nuevo cálculo, realizado sobre la base del proyecto definitivo, señalaba que el museo costaría 4.000 millones, cifra que aún se mantiene.
El incremento de costes de la reforma del palacio de Villahermosa no implica, según León, que no se respete la voluntad expresada por el Congreso: "Lo que se dijo en el Congreso", señala, "es que había 2.000 millones destinados a la realización de las obras' y otros 7.000 millones como dotación para el desarrollo de los fines de la entidad. La fundación está respetando la ley", afirma León, "ya que, entre los fines fundacionales, el primero es el de tener una casa para albergar la colección, y para este fin estamos haciendo uso de 2.000 millones más".
La reforma del palacio de Villahermosa finalizará, según el acuerdo suscrito por la fundación y el contratista, a finales de enero o principios de febrero de 1992. Si se cumple este plazo, el museo abrirá su puertas en julio del próximo año o, a más tardar, en septiembre, aunque para ello resulta imprescindible, además, que se cumplan otros requisitos. Sólo la firma del llamado Certificado Final dará luz verde al traslado de las obras a Madrid.
La emisión de este certificado exige a las partes una serie de acuerdos que deben formalizarse por escrito. Entre éstos destaca la elaboración de un informe sobre las condiciones en que se encuentra cada uno de los cuadros incluidos en el préstamo. La realización de este informe se iniciará en los primeros días del próximo mes de noviembre y se prolongará durante unos tres meses, según León.
La fundación trabaja también en la elaboración de un programa de promoción y difusión de la colección en el primer año de su presencia en España y en el diseño de un plan de conservación y restauración que, según el contrato de 1988, debe contener, entre otras precisiones, qué acciones pueden ser realizadas por la fundación de forma rutinaria o sin consultar al prestamista y cuáles deben contar con el consentimiento previo de éste.
El Certificado Final debía firmarse, según el contrato, el pasado 30 de junio, pero la imposibilidad de finalizar la reforma del palacio de Villahermosa para esta fecha obligó a pactar una demora. La firma se realizará, si se cumplen todos los requisitos, el próximo 30 de marzo.
León viajará en los próximos días a Lugano -sede actual de la colección- para estudiar los procedimientos y costes de su traslado a España. El contrato entre Thyssen y el Estado señala que las obras deberán recogerse en hasta cinco puntos situados en países de la Comunidad Europea y Suiza.
Babelia
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