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Karel Appel Pintor"Los movimientos son literatura, lo que permanece es la pintura"

El artista holandés presenta una antológica en la Fundació Miró de Barcelona

"Detesto que se diga que soy un pintor del grupo CoBrA", lanza Appel a la primera insinuación. Pero lo quiera o no, su nombre está relacionado para siempre con CoBrA' (siglas de Copenhague, Bruselas y Amsterdam, las tres ciudades a las que pertencían los fundadores del grupo, y también una referencia clara al nombre de la serpiente venenosa), movimiento que se mantuvo activo entre los años 1948 y 1951."Tengo 70 años y sólo estuve dos años y medio en CoBrA, es una parte muy pequeña de mi trayectoria y de mi vida". En cambio, parece más dispuesto a aceptar algunas afinidades con otros artistas estadounidenses o europeos que en la misi-na época, a través de la acflon paiting o el informalismo, abrían nuevos caminos.

Los movimientos

Las etiquetas, los grupos o los movimientos no le interesan. "Hay muy pocos pintores en el mundo que pinten de verdad. Lo de los movimientos es literatura, historia, técnica, pero lo que tiene que hablar es el cuadro. Los movimientos no quieren decir nada, son un centenar de jóvenes que se dedican a fabricar cosas".

"Los pintores trabajamos con la brocha, con los colores, con la pintura, lo metemos sobre la tela: es así de simple. Allí damos la vida, lo decimos todo del espíritu de nuestra época", insiste Appel.

Hay mucho de visceral en la obra de Appel, algo que también podría definirse con el nombre de expresionismo. "Todas las grandes pinturas tienen un lado expresionista", afirma. "En mí, el expresionismo es la tortura de la materia; la mancha es la cicatriz que queda de esta tortura".

El expresionismo de Appel surge de su interior, de una inspiración que él reconoce casi como un trance. "El arte moderno ha olvidado el sentimiento. Si por algo fueron grandes los pintores clásicos, como Miró, Picasso, Soutain, Goya o Van Gogh, fue porque conservaron el sentimiento y esto es algo que falta en la pintura abstracta. En el expresionismo que yo hago en cada mancha hay un sentimiento

Otro punto fundamental que hasta ahora era determinante en su obra es la riqueza de colores. Son colores, en su mayoría estridentes, que se superponen y se combinan de todas las formas posibles. En los últimos años, sin embargo, Appel ha abandonado esta explosión de color para evitar repetirse a sí mismo.

"Después de 30 años, uno cae en la rutina, y si . no sabe salirse de ella, pierde la vida", comenta. "Para evitarlo, comencé a trabajar con pintura negra sobre fondo negro, para olvidarme así de toda la riqueza de colores que conocía. Así de simple. Negro sobre negro. Después hice la misma experiencia con blanco sobre blanco; era mucho más difícil. Y después combina el fondo negro con pintura blanca. Ahora combino el fondo negro con varios colores. De esta manera trataba de encontrar una nueva forma de expresión".

La exposición que ayer se inauguró en la Fundació Miró, en donde permanecerá abierta hasta el 1 de diciembre, permite observar las diferentes etapas, en su trayectoria. Organizada por el Haggs Gemmente Museum de la Haya, y comisariada por Rudi Fuchs y Franz W. Kaiscr, incluye 66 pinturas y 7 esculturas realizadas desde 1948 hasta la fecha.

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