Mesic propone sustituir al Gobierno por un comité para la disolución de Yugoslavia

Dos días después de la entrada en vigor del alto el fuego acordado entre Croacia y el Ejército yugoslavo, el presidente de la federación, el croata Stipe Mesic, propuso ayer la sustitución del inoperante Gobier no federal por un comité encargado de discutir la disolución de Yugoslavia del que formarían parte los primeros ministros de la seis repúblicas (Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia) y el primer ministro yugoslavo, Ante Markovic.

Mesic subrayó que dicho comité sólo podría constituirse si se respeta el alto el fuego firmado el domingo pasado. En caso contrario, advirtió, la república secesionista de Croacia dejará de formar parte de la federación a partir del próximo 7 de octubre.La tregua entre las fuerzas croatas y la alianza del Ejército yugoslavo con las milicias serbias ha dado paso a una guerra de declaraciones en la que ninguna de las partes en conflicto muestra disposición alguna a renunciar a sus pretensiones. El presidente croata, Franjo Tudjman, ha asegurado que sus fuerzas lucharán por la integridad territorial de Croacia, mientras que el representante serbio en la presidencia colectiva de la federación, Bosisav Jovic, advierte que tanto las milicias serbias como el Ejército no se retirarán de las zonas ocupadas en Croacia, ya que ello implicaría un genocidio de la población serbia.

La posibilidad de la reanudación de las hostilidades sigue abierta, no sólo por las amenazas verbales, sino también por los preparativos militares de ambos bandos. La radio croata informó del avance de columnas de reservistas y voluntarios serbios procedentes de Banja Luka (en Bosnia-Herzegovina) en dirección al frente sur de Croacia. Por su parte, las autoridades militares croatas aseguran que sus fuerzas han aumentado considerablemente su capacidad de combate tras la captura o rendición de cerca de 70 guarniciones federales. Esta cifra es, sin duda, difícil de comprobar, así como el armamento incautado.

El más serio revés sufrido por el Ejército yugoslavo ha sido en la ciudad de Varajdin, a 60 kilómetros al norte de Zagreb, cuya guarnición se rindió poco antes del alto el fuego. La Guardia Nacional se apoderó de unos 30 carros blindados e igual número de vehículos de transporte de tropas. A ello hay que añadir que algunas unidades especiales croatas cuentan con misiles tierra-aire Stinger. La televisión croata ha ofrecido repetidamente las imágenes del reciente derribo de un avión de combate por uno de estos misiles en la ciudad costera (le Sibenic. Es una incógnita hasta qué punto el alcance de las supuestas derrotas del Ejército influyeron en la decisión del ministro federal de Defensa, general Veljko Kadijevic, de firmar el acuerdo propuesto por Tudjman.

Falta de reservistas

Varios analistas políticos consideran que el Ejército federal fue obligado a firmar el alto el fuego con Croacia por la dificultad de completar sus filas con reservistas, informa Mirjana Tomic. Croacia, Eslovenia y Macedonia no envían a sus hombres a combatir en las Fuerzas Armadas. Hasta en Serbia comienzan a aparecer problemas.

El ministro de la Defensa serbio, general Tomsilav Simovic, exigió ayer a los familiares de los reservistas que no pidan el regreso de éstos para no desmoralizar al Ejército. Los serbios, bombardeados por la propaganda bélica, no muestran el entusiasmo esperado por la guerra en Croacia. En muchas ciudades, reservistas movilizados protestaron rehusando tomar las armas: unos, por no entender el sentido y el objetivo de la guerra; otros, por sentirse engañados. Les decían que eran reservistas movilizados y les obligaban a afirmar que eran voluntarios. Más aún, el pueblo comienza a preguntar dónde están los hijos de los políticos, o quién decide si un reservista va al frente. Se interroga sobre si existe la traición entre los comandantes: cómo explicar que los aviones militares bombardean a sus propias tropas y matan a los reservistas.