La Junta de Castilla y León advierte del peligro ecológico de las heces de cerdo

AURELIO MARTÍNEl estiércol de porcino o purines vertido de manera incontrolada puede llevar a la estiriIización de suelos en un plazo de 50 y 150 años, según un informe hecho público por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, donde se afirma también que los vertidos de purines es el mayor problema medioambiental que padece la provincia de Segovia porque facilita la transmisión de enfermedades y es un foco potencial de contaminación de aguas y suelo.

De acuerdo con este informe, la mineralización del nitrógeno procedente de los purines y la formación de nitritos y nitratos fácilmente incorporables a las aguas hacen necesario que se controle exhaustivamente su incorporación al suelo para evitar que puedan alcanzar aguas de abastecimiento. El informe, donde se reconoce que rara vez las aplicaciones de purines para abono se realizan de forma óptima, ya que normalmente se sobresaturan los campos o se vierten a los cauces, advierte que puede resultar muy grave si aguas contaminadas son utilizadas para la alimentación de lactantes, porque en ellos se puede desarrollar metahemoglobinemia o síndrome del niño azul, que ocasiona la, muerte por asfixia.

El documento de Medio Ambiente aconseja a las autoridades autonórnicas la elaboración de

una norma que obligue a los ga

naderos a realizar los vertidos

con gai' -antía suficiente de no

afectara las personas y al medio natural. La futura norma debería contemplar, entre otros aspectos, distancias de seguridad de vertidos a cauces, zonas de baño, carreteras y núcleos habitados.

El servicio de Medio Ambiente dice que, entre ocho y 10 años, los purines pueden producir efectos perniciosos sobre el ganado que pasta sobre praderas abonadas abusivamente. En este caso es especialrnente sensible el ganado ovino. Un aporte masivo de purines redunda en una acumulación de nitrógeno en el suelo, lo que puede tener efectos negativos sobre los cereales.