La CE consultará con la OTAN iniciativas militares sobre Yugoslavia
El Consejo Atlántico de la OTAN celebró ayer en Bruselas una reunión extraordinaria sobre el conflicto de Yugoslavia, en la que fue informado de los acuerdos tomados por la Comunidad Europea y la Unión Europea Occidental (UEO) el día antes en La Haya. La sesión, solicitada por Estados Unidos, fue "simplemente consultiva", según fuentes de la Alianza.
Para evitar cualquier reticencia norteamericana, los ministros de Asuntos Exteriores de la CE se han comprometido a someter a consulta de la Alianza Atlántica cualquier iniciativa de carácter militar a tomar sobre la crisis yugoslava.La consulta a la OTAN de las decisiones a tomar por la UEO a raíz del encargo de la CE, "está en los acuerdos entre ambas organizaciones", según explicó en La Haya el ministro español de Defensa, Julián García Vargas. En realidad, la incapacidad para gestionar la crisis yugoslava de que han hecho gala los Doce desde julio ha dejado la tarea prácticamente en nada.
Un grupo de trabajo de la UEO, integrado por representantes de los ministros de Defensa, elaborará a partir del lunes un estudio sobre "el apoyo logístico" que necesitan los 200 observadores comunitarios desplazados a Serbia y Croacia para realizar con eficacia la supervisión de un alto el fuego que no existe.
Los embajadores de los 16 países aliados fueron ayer informados por la presidencia alemana de la UEO y la holandesa de la CE. La reunión, sin embargo, había sido convocada ante la posibilidad de que los Doce decidieran enviar una fuerza para el mantenimiento de la paz en Yugoslavia. Ante esa eventualidad, Estados Unidos, hasta ahora al margen del conflicto en los Balcanes, exigió un control de la Alianza atlántica sobre la asignación de las tropas a enviar a la zona.
La preocupación estadounidense radicaba en que utilizar la UEO como vehículo de la acción de los Doce en Yugoslavia significaría sentar un precedente de cara a la futura política común de defensa de la CE, que Estados Unidos sólo concibe como totalmente subordinada a la OTAN. La cumbre aliada de noviembre en Roma definirá el escaso margen de maniobra teórico de que dispone la Comunidad. El veto británico a la fuerza de intermediación convirtió el Consejo Atlántico de ayer, concebido como una sesión de control, en un ejercicio preventivo.
Actitud norteamericana
En la reunión no se planteó la inminencia de "una intervención, preparación de fuerzas o situación de alerta", explicaron fuentes aliadas, porque no se dan las condiciones de alto el fuego efectivo y acuerdo previo de las partes. En todo caso, "no se trataría de una acción de carácter militar coercitivo". Si el envío de una fuerza de paz fuera asumido en el futuro, "la UEO tendría que contar con la experiencia y capacidad operativa de la OTAN, al margen de que la organización europea carece de mando militar".
El embajador norteamericano, William Taft, agradeció los informes de la CE y la UEO, pero expresó la preocupación de su Administración por "este conflicto interno que está adquiriendo proporciones mayores". La Administración estadounidense, dijo, apoya los esfuerzos de la comunidad en favor del alto el fuego y de un acuerdo político, aunque "considera la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) como el elemento esencial para resolver el conflicto, con independencia de que éste pueda ser elevado a la ONU".
Por otra parte, según informa Perú Egurbide desde Roma, el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Gianni de Michelis, en una comparecencia ante el Senado sobre la crisis yugoslava, afirmó ayer: "Es evidente que el Gobierno italiano está dispuesto a reconocer inmediatamente a Eslovenia y Croacia en el supuesto de que se impusiera un poder militar o autoritario ilegítimo en Belgrado, de modo que las posibilidades de alcanzar una solución diplomática a la crisis vinieran claramente a menos".
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