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El tirón del príncipe Felipe

Interés entre las adolescentes argentinas en torno a su noviazgo

"No, eso se ha terminado". Esa fue la respuesta que unas chicas que se acercaron a don Felipe de Borbón durante -una recepción oficial en Buenos Aires dijeron haber recibido del Príncipe de Asturias cuando le mencionaron su romance con Isabel Sartorius.Durante la recepción que el heredero de la Corona ofreció en la sede de la Embajada de España en la capital argentina a los intelectuales, artistas y deportistas en la noche del martes, un grupo de adolescentes, se acercó hasta él para Invitarle a bailar. Don Felipe, contaron ellas después, les contestó sonriendo: "No tengo tiempo libre. Bailar no está programado". Cuando una de ellas le comentó: "Claro, como tiene novia don Felipe respondió:

"No, eso se ha terminado" y cambió rápidamente de tema. Este diálogo fue escuchado por periodistas del diario Clarín.

Isabel Sartorius, cuya hermana Cecilia vive en Argentina y su abuela materna tiene fijada su residencia en una céntrica calle de Buenos Aires, fue el centro de los comentarios de los cerca de 200 invitados convocados a la Embajada de España.

"¿Se ha ido a Chile? ¿Sigue estando en Argentina? ¿Han terminado de verdad o siguen siendo novios?". Había respuestas para todos los gustos. Isabel Sartorius se trasladó desde Madrid hasta Argentina a finales de agosto, nada más hacerse pública en España la ruptura -no oficial, pues tampoco el noviazgo fue, reconocido oficialmente- de su relación sentimental de dos años de duración con el Príncipe.

En la capital argentina, Isabel Sartorius apenas salió de casa, probablemente por el durísimo marcaje a que fue sometida por los fotógrafos. Alegó no encontrarse bien de salud -"tengo gripe", dijo- para tratar de que la dejaran en paz. Nadie creyó lo de la gripe, pero aceptaron su deseo de pasar inadvertida. Cuando se hizo pública en España la visita de don Felipe a Argentina y Bolivia, en el que es su primer viaje oficial al continente latinoamericano, Isabel Sartorius desapareció.

Por lo demás, en la recepción ofrecida por la Embajada de España estaban casi todos: el tenista José Luis Clerc, el ex futbolista del Real Madrid Óscar Ruggieri, los campeones infantiles del mundo de navegación en optimista, el ex presidente Raúl Alfonsín, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el creador de Mafalda, Joaquín Lavado, Quino. -

Una de las invitadas a la recepción, una joven morena muy atractiva con un traje de chaqueta negro y escasos centímetros de falda, se acercó a él y, tuteándole, le requirió para verse después de la fiesta. Don Felipe se escabulló elegantemente y se refugió en los niños navegantes campeones del mundo. La muchacha, sin embargo, no se dio por vencida: escribió un largo mensaje en la parte posterior de la invitación y se la entregó a un amigo para que se la hiciera llegar al Príncipe.

El amigo, azorado, sólo consiguió que recogiera la nota uno de los guardaespaldas, que la guardó en el bolsillo. Poco después, uno de los responsables españoles de la seguridad de don Felipe contó que esa nota era la quinta que el escolta guardaba en su bolsillo durante esa noche, y añadió que "en todas partes pasa igual". "Casi siempre contienen", añadió, "mensajes amorosos y números particulares de teléfono". El Príncipe, juró el informante, jamás ha hecho caso.

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