"Rabat está en guerra con la ONU"

El censo español de 1974 es, en opinión de Bachir Mustafá Sayed, dirigente del Frente Polisarío que encabeza la comisión encargada de todos los asuntos referentes a los cascos azules de la ONU para el Sáhara, el trasfondo de la ofensiva desencadenada este mes por Rabat. Sayed considera este censo como "clave para el desarrollo limpio del referéndum de autodeterminación", que, en enero, decidirá si la ex colonia española sancionará su anexión a Marruecos o, por el contrario, optarápor la independencia."Marruecos es consciente que los saharauis votarán por la independencia", afirma Bachir, para quien "la utilización de las armas por parte de Rabat ha culmínado un proceso de chantaje para arrancar a la ONU la sustitución del cuerpo electoral saharaui por otro marroquí

Pregunta. ¿Se esperaba el Polisarlo una ofensiva marroquí a sólo dos semanas del despliegue de los cascos azules?

Respuesta. Solo quienes no están al tanto del nerviosismo que experimenta Marruecos a medida que la celebración del referéndum se acerca podían sorprenderse por algo semejante. En realidad, la ofensiva comenzó ya en diciembre, cuando la comisión de identificación de la ONU envió a las dos partes una carta en la que pedía a Marruecos y el Polisario que suministraran dos tipos de datos: borrar de las listas del censo español de 1974 los nombres de los fallecidos y precisar los lugares donde se ubican los votantes que aún viven. Los marroquíes, en lugar de responder a las preguntas de la ONU, presentaron dos listas masivas que sumaban unas 160.000 personas. La comisión de identificación tuvo que desviar su campo de trabajo y dedicarse a comprobar los nombres de las listas marroquíes con los del censo español. De los nombres presentados por los marroquíes sólo valían unos 68.000, de ellos muchos corresponden a saharauis que están en el lado del Polisario. A pesar de estas trabas, la ONU logró elaborar una primera actualización del censo español integrada por un total de 70.204 nombres. El paso siguiente establecía que las dos partes hiciesen público este listado en los centros de población donde viven saharauis para que quienes se consideren injustamente omitidos pudieran cursar una solicitud individual de inclusión a la ONU. En base a dichas solicitudes, estaba prevista la confección de una segunda lista y quizás una tercera, hasta llegar a la definitiva. Pero Marruecos ha bloqueado esta fase al negarse a difundir en los territorios ocupados la lista aprobada por la ONU. A ello hay que añadir los impedimentos puestos por las autoridades marroquíes a las visitas de las misiones de la ONU, a cuyos representantes se exige, cuando lo consiguen, viajar con visado de turista; la negativa a la entrada de los barcos con el material de la organización o de los helicópteros que permanecen en Mauritania...

P. ¿Cree que Marruecos podría llegar a impedir con las armas la celebración del referéndum?

R. Marruecos está librando una guerra de desgaste contra la ONU para que se reconozca su triunfo antes de haber librado la batalla de la consulta. Hasta ahora Marruecos no se ha comprometido a fondo en el respeto del plan de paz; el reciente discurso del rey Hassan fue muy negativo. Sin embargo, la ofensiva de las tropas marroquíes sólo ha sido el fruto del triunfo de la desesperación sobre la razón. Afortunadamente, La coyuntura internacional nos es favorable, como demuestra la postura firme y unánime -como pocas veces ha ocurrido en la ONU- de los miembros del Consejo de Seguridad. Eso sí, a la vista de los hechos, consideramos que hay razones para que el máximo de observadores internacionales participen en el proceso y contribuyan a dar las máximas garantías a la población saharaui de una votación limpia.

P. Sin embargo, la ONU se ha mostrado favorable a una limitación de la presencia de periodistas y observadores.

R. Habrá observadores, y tantos como se pueda lograr. Porque no hay ninguna razón para continuar considerando el territorio saharaui como un patio cerrado bajo control exclusivo del Ministerio del Interior marroquí. Lo que pretende Rabat es que la ONU le garantice la victoria antes de haber librado la batalla. La única potencia administradora reconocida por la ONU en el Sáhara sigue siendo España, que abandonó el territorio. La ONU omitió hablar de la administración en el plan de paz porque no tuvo dinero suficiente para sustituir ciertos servicios. Pero es inadmisible que sean las comisarías marroquíes las que dicten las normas.

P. Marruecos defiende la inclusión en. las listas de saharauis omitidos por el censo por haber huido del Sáhara por razones políticas.

R. Los supuestos excluidos que Marruecos identifica como el Ejército de Liberación, en realidad son las poblaciones de la provincia de Tarfaya, el actual. sur de Marruecos. No huyeron, ni fueron perseguidos por los colonizadores, sino que están allí porque fueron transferidos a Marruecos, como rebaños con, sus territorios, por el Gobierno' español.