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LA NUEVA U.R.S.S.

EE UU anunciará su nueva política hacia la URSS cuando se aclare la situación

Antonio Caño

Las medidas tomadas en la Unión Soviética en contra del aparato comunista coinciden con los deseos de la Administración norteamericana, que cree llegado el momento de aplicar en aquel país reformas profundas para la consolidación de la democracia. Al mismo tiempo, funcionarios norteamericanos han manifestado que la Casa Blanca no anunciará tina nueva política hacia la Unión Soviética -principalmente en el terreno de la cooperación económica- mientras los acontecimientos en ese país se desarrollen con tanta fluidez."La Administración está construyendo una nueva política, pero nada puede ser definitivo mientras las cosas ocurran con tanta rapidez", declaró un portavoz de la Casa Blanca en la residencia veraniega de Kennebunkport.

A pesar de todo, oficalmente el Gobierno de Estados Unidos mantiene una actitud de neutralidad en relación con los cambios en el Gobierno de la Unión Soviética. En este sentido, Marlin Fitzwater, portavoz de la Casa Blanca, afirmó ayer: "Se trata de un asunto interno sobre el que no tenemos comentarios.

Por el morriento, el Gobierno norteamericano trata de valorar separadamente los cambios introducidos por Gorbachov, todos ellos acordes con las condiciones impuestas anteriormente para la autorización de un programa de ayuda masiva a la Unión Soviética.

El primer paso de Mijaíl Gorbachov en la dirección correcta, de acuerdo a la opinión de Washington, es su anunciada colaboración con el presidente ruso, Borís Yeltsin, quien en las últimas intervenciones del presidente George Bush había sido tratado ya al mismo nivel que el propio presidente soviético.

Borís Yeltsin es la figura con la que diversos sectores de la Administración y del Congreso prefieren tratar a la hora de negociar la asistencia económica, aunque el presidente Bush ha demostrado hasta ahora no estar personalmente interesado en debilitar a Mijaíl Gorbachov.

Yeltsin, a quien Bush se refirió en las últimas ocasiones como "un dirijente de talla mundial", había sido marginado de la política norteamericaría hasta que destacó como el héroe frente al intento golpista. Después de eso, Bush ha dado ya, varias indicaciones de que, sin perjuicio de su relación con Gorbachov, piensa contar con Yeltsin como un interlocutor prioritario.

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Relevo en Defensa

El Gobierno estadounidense ha aplaudido especialmente el relevo en el Ministerio de Defensa, donde el general Mijaíl Molseyev fue reemplazado por el jefe de la Fuerza Aérea, general Yevgueny Sháposhnikov.George Bush trata de ser especialmente prudente en el manejo del tema de las repúblicas bálticas. Aunque el jueves vinculó claramente la concesión de la independencia a Eslovenla, Letonia y Lituanla con la ayuda económica a la URSS, no está previsto que dé rápidamente el paso de reconocer a las autoridades de esas tres repúblicas.

El jueves por la tarde, después de la reclamación de independencia para las repúblicas bálticas hecha por Bush, los representantes de Eslovenia, Lituania y Letonia en Washington presentaron en el Departamento de Estado una solicitud formal de reconocimiento. Fuentes de ese departamento consideraban ayer, sin embargo, que, antes de dar ese paso, Bush esperará a comprobar la evolución de los acontecimientos en la URSS.

El secretario de Estado adjunto, Lawrence Eagleburger, precisó, por su parte, en unas declaraciones a la televisión la postura de la Administración sobre este tema. "Estados Unidos", dijo, "no reconoció la anexión por la Unión Soviética en 1940, así es que, en lo que a nosotros concierrie, las tres repúblicas son todavía independientes. El único problema ahora es cómo pasar de los principios a la realidad".

Claves nucleares

"Vladimir Lisenko, diputado del Parlamento ruso y uno de los miembros de la delegación que voló el miércoles a Crimea para devolver a Gorbachov a Moscú, declaró que el presidente soviético les dijo que los golpistas le habían arrebatado la cartera que contenía las claves del arsenal nuclear soviético.En el mismo sentido, el diario The Washington Post informaba ayer que los golpistas se apropiaron de las claves que permiten el control de la fuerza nuclear soviética. Preguntado sobre este aspecto, que aquí preocupa más a medida en que los acontecimientos en la URSS se escapan del control de Washington, el presidente Bush declaró que Estados Unidos no tiene noticia de "cualquier actividad o un signo de cualquier tipo relacionados con alguna precupación de una amenaza nuclear ni nada por el estilo".

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