Se fugan dos presos del IRA cuya evasión estaba 'anunciada'

El Gobierno británico no puede disfrutar este año de las vacaciones. Tras las tormentas políticas del Bank of Credit and Commerce International (BCCI) y de la venta de armas a Irak, un aguacero de críticas cae ahora sobre el Ministerio del Interior a causa de la fuga de la cárcel de Brixton de dos presuntos miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Tras la evasión, el pasado 7 de julio, se ha averiguado que el director del centro penitenciario y el ministerio habían sido advertidos de la intención de los dos reclusos. E incluso conocían cómo se efectuaría la evasión. Sin embargo, nadie la evitó.El director de la cárcel de Brixton, Reg Withers, supo del plan por uno de sus funcionarios, a quien los presos amenazaron para que les consiguiera un arma. Withers envió a otro centro al funcionario para protegerle, colocó a los dos reclusos en el sector más seguro de la prisión, informó al ministerio y solicitó que los dos presuntos miembros del IRA Nessan Quinlivan y Pearse McAuley fueran trasladados a un centro de máxima seguridad.

"Falta de plazas"

El Ministerio del Interior, que había sido informado a su vez del plan por la policía, rehusó trasladar a los irlandeses "por falta de plazas". Por fin, el 7 de julio, Quinlivan y McAurse empunaron una pistola -de procedencia desconocida- cuando salían de la capilla hacia sus celdas y encañonando a sus tres vigilantes salieron por la puerta principal. El plan se desarrolló exactamente como. había sido anunciado.El Ministerio del Interior encargó inmediatamente una investigación judicial, cuyos resultados permanecen parcialmente en secreto "por motivos de seguridad", y obligó al director Withers a jubilarse anticipadamente. Withers calló, pero la Asociación de directores de Prisiones, no. Dicha asociación acusa,de negligencia al ministerio en unos términos muy duros, que coinciden con los empleados por la oposición laborista.

El ministro del Interior, Kenneth Baker, rechazó el martes las acusaciones desde Francia, donde pasa sus vacaciones, y se negó a abrir una nueva investigación, esta vez pública, sobre el suceso. Pero según el diario The Times, Baker está considerando la posibilidad de dimitir, y ya ha decidido, adicionalmente, crear una comisión gubernamental que estudie las deficiencias del sistema penitenciario británico.

Por otra parte, las fuerzas de seguridad de Irlanda del Norte fueron puestas ayer en estado de alerta tras el anuncio del Sinn Fein, brazo político del IRA, de organizar para el próximo domingo en Belfast "una de las mayores manifestaciones jamás vistas". El motivo es el 20º aniversario de una ley, ya derogada, que permitía el encarcelamiento sin juicio de los sospechosos de terrorismo. También se cumplen 10 años de la muerte por huelga de hambre de 10 miembros del IRÁ en la prisión norirlandesa de Maze, cerca de Belfast.