Baker se entrevista con Benyedid y termina su gira

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, se hizó ayer eco en Argel de las amenazas de muerte contra Faisal al Huseini, el jefe de la delegación palestina con la que se ha entrevistado varias veces en Jerusalén. En una declaración previa a su audiencia con el presidente argelino Chadli Benyedid, Baker -que finalizó ayer su gira por Oriente Próximo expresó su esperanza de que tales coacciones no arruinen el proceso de paz. Por su parte, la OLP desautorizó las palabras de Basam Abu Sharif que el día anterior. sugirió un posible acuerdo sobre la representación palestina.

La Yihad Islámica en Palestina anunció el pasado domingo que Huseini acabaría como el rey Abdalá de Jordania, el abuelo del actual monarca, asesinado en 1951 por mantener contactos con dirigentes israelíes. La. gravedad del asunto motivó que en Argel, última etapa de su gira en pro de la conferencia de paz, Baker rompiera su costumbre de no hacer declaraciones hasta concluir sus entrevistas con los dirigentes locales. Preguntado si estas amenazas ponían en peligro sus esfuerzos de paz, el enviado de Washington respondió: "Esperamos que no"."La violencia y las amenazas violentas como éstas demuestran por qué es tan importante que encontremos una vía hacia la paz en una región llena de problemas durante tantos años", añadió Baker. "Algunos, por supuesto, no están interesados en la paz, pero es más importante encontrar a los que lo están y trabajar con ellos", aseguró. Antes de acudir a su reunión con el presidente Benyedid, el secretario norteamericano manifestó que las decisiones difíciles tomadas por algunos gobiernos en las últimas semanas le habían animado y dado esperanzas respecto a las posibilidades de la paz.

Como hizo en sus anteriores etapas magrebíes, Baker tenía previsto pedir al jefe del Estado argelino que utilice su influencia para lograr que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) respalde la conferencia de paz entre árabes e israelíes propuesta para octubre. Argelia tiene una larga experiencia como mediador en asuntos delicados. Ayudó en su día a resolver la toma de rehenes en la Embajada de EEUU en Teherán y ha colaborado en la solución de varios secuestros de aviones, el último el de un aparato kuwaití, en la primavera de 1988.

Según el diario argelino Le Quotidien, "Argel puede ser una de las raras capitales árabes donde el jefe de la diplomacia estadounidense puede oír argumentos en favor de los palestinos, de justicia y de derechos". Benyedid tuvo la oportunidad de discutir esos asuntos el pasado domingo con el presidente de la OLP, Yasir Arafat. El líder palestino mantuvo reuniones similares con el rey Hassan de Marruecos y con el presidente tunecino, Ben Alí, poco antes de que recibieran a Baker durante el fin de semana.

Arafat ha asegurado que aún no existe un acuerdo para la formación de una delegación conjunta jordano-palestina. "El asunto está aún bajo examen a nivel del liderazgo palestino", declaró el domingo. La medida podría tomarse en una reunión del Consejo Nacional Palestino (CNP, Parlamento en el exilio), que el líder de la OLP ya ha sugerido puede celebrarse el próximo septiembre. El CNP, que endosa todas las decisiones de la central, no se ha reunido desde noviembre de 1988, cuando declaró un Estado palestino independiente y reconoció implícitamente a Israel. De todas formas, la OLP desautorizó ayer una declaración de Basam Abu Sharif, consejero político de Arafat, que la víspera había sugerido la posibilidad de "una fórmula" para que los palestinos asistan a la conferencia. "Esas declaraciones no representan el punto de vista de la OLP y no expresan más que su posición personal sobre el tema", aseguró una fuente oficial poniendo Fin a las expectativas despertadas por Abu Sharif.