_
_
_
_

Una sonrisa contagiosa

La popularidad alcanzada, especialmente en Cataluña, por el fallecido actor y humorista Casto Sendra, Cassen, es un fenómeno típico de los años 60, con el poder amplificador de la televisión y el escaparate del desarrollismo que ofrecían las comedias cinematrográficas de cuño nacional y consumo masivo. Pero Cassen no hubiera entrado en una determinada mitología popular de clase media urbana catalana de no ser por su sonrisa contagiosa, su vis cómica sugeridora de una cierta esquizofrenia y su humor verbal, rápido, cortante, lleno de sobreentendidos y dobles lecturas. Un estilo que aún puede rastrearse en humoristas actuales.Los chistes de Cassen eran evasivos e inocentes, pero concitaban una maliciosa complicidad entre humorista y público, una complicidad que se transmitía por encirria de la censura, por encima incluso del contenido explícito del gag. En otros casos, fueron expresiones cassenianas, como "Reagan lo que Reagan", las que capturaron al público.

Más información
Fallece el actor y humorista Casto Sendra, 'Cassen'

Películas tan taquilleras en los años 60 como Agente 007 con el 2 delante, Bahía de Palma, Piso de soltero, El Cronicón, Con las manos en la masa o La tía de Carlos con minifalda dan idea de la ductilidad cómica de Cassen, al tiempo que otras interpretaciones más ambiciosas, como Plácido, de Berlanga, o Furia Española, de Francesc Betriu, ofrecen la medida de sus recursos como actor.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_