Los países centroamericanos, en alerta roja por el cólera

Todos los países centroamericanos han decretado la alerta sanitaria frente a la extensión de la epidemia de cólera. En Guatemala, la prensa local ha criticado la política de silencio oficial practicada por el Gobierno, que sigue negando el carácter epidémico de la infección. El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) y la Comisión de Salud del Parlamento pidieron ayer al Gobierno que declare "emergencia nacional" por el brote de cólera en este país, que se cobró cinco víctimas mortales, según fuentes extraoficiales, informa Efe.Un médico de la Seguridad Social, que pidió guardar el anonimato para no perder su plaza, aseguró que, además del primer muerto, un niño de seis años, como mínimo se tienen registrados 70 casos de cólera en el país. El director de los servicios médicos del IGSS, Alfonso Morales, subrayó que el Consejo Nacional de Salud, creado para hacer frente a la enfermedad, debe considerar ya como "emergencia nacional" el brote de cólera. El ministro de Salud, Miguel Ángel Montepeque, manifestó ayer que el Gobierno estudia la posibilidad de imponer un "estado de alerta" nacional.

La denuncia del diario La Hora incluye la revelación de que sanitarios de la Seguridad Social han infectado las aguas del río Suchiate, uno de los más importantes del país, al bañar en el mismo a un paciente que era trasladado hacia la capital.

Al parecer, el chófer de la ambulancia y su acompañante, un enfermero profesional, optaron por deterier la marcha, bañar al paciente y lavar el coche en las márgenes del río, ante la insoportable fetidez de los vómitos y diarreas que caracterizan esa enfermedad.

El pasado lunes, el ministro de Salud, Miguel Ángel Montepeque, negó que la muerte del niño de seis años, ocurrida en Ocós, San Marcos (en la frontera con México), fuera atribuible al cólera, aunque admitió que el fallecimiento obedeció a "deshidratación diarreica". La desinformación oficial está provocando una honda preocupación en el país, mientras se teme que la ineficacia de las medidas preventivas se traduzca en graves pérdidas humanas y económicas para una nación dependiente, en su totalidad, de las exportaciones agrícolas.

Según varias estimaciones oficiales, en la región centroamericana, con una población en torno a los 28 millones de personas, están expuestos a contraer el cólera el 60% de sus habitantes, con probabilidad de que 168.000 mueran a causa de esta enfermedad, informa Efe.

En Nicaragua, con 3,4 millones de habitantes, el cólera podría afectar a 40.000 personas, dándose la circunstancia de que en este país solamente el 40% de la población tiene agua potable, mientras los hospitales carecen de infraestructura para afrontar una virtual epidemia.

En los seis países se han puesto en marcha campañas de prevención dirigidas especialmente a los más pobres.

Las medidas incluyen la cancelación de puestos de comida ambulantes, saneamiento de mercados populares, control en restaurantes, limpieza de fuentes de abastecimiento de agua y contrucción de millares de letrinas.

Los Gobiernos de la zona han mostrado su preocupación por las posibles repercusiones de la epidemia iniciada en Perú en el mes de enero y extendida luego a toda Latinoamérica, con un saldo de más de 2.000 muertos y 250.000 afectados, según cifras de la Organización. Mundial de la Salud.