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La presión internacional puede impedir la guerra en Yugoslavia

El ministro de Asuntos Exteriores de Checoslovaquia, Jiri Dienstbier, dijo ayer que aún conserva las esperanzas en que la presión internacional sobre todos los implicados en la crisis yugoslava logre impedir el estallido de una guerra abierta. "Hay que mantener una fuerte presión sobre todos aquellos que están dispuestos a utilizar la violencia", dijo.Dienstbier, que tiene fuertes vínculos familiares en Yugoslavia, en cuya capital su abuelo fundó la Academia de Música, manifestó a EL PAÍS en Santander que el origen de toda la crisis radicaba en Kosovo, la provincia de Serbia con el 90% de población albanesa. "Los serbios son sicológicamente incapaces de aceptar que la región que consideran la cuna de su nación acabe formando parte de una Albania que podría tener seis millones de habitantes. Es Kosovo y grandes partes de Macedonia, cuya capital, Skopje, es ya la mayor ciudad albanesa".

La población albanesa en continuo aumento en Kosovo y Macedonia ha convertido a serbios y macedonios respectivamente en minorías en estas dos regiones. El presidente serbio Slobodan Milosevic se hizo con el poder capitalizando este descontento serbio por la situación en Kosovo. Con el mismo argumento de la defensa de los serbios fuera de la propia república utilizado en Kosovo, Milosevic justifica ahora la insurrección de los serbios en las regiones de población mixta en Croacia.

El ministro de asuntos exteriores de Checoslovaquia que intervino en un curso sobre Europa Central en la Universidad Internacional Menendez Pelayo se mostró preocupado sobre las tensiones nacionalistas que se están reforzando en su propio país entre checos y eslovacos.

Sin embargo, recalcó la inmensa complejidad de la crisis yugoslava que podría desembocar en una crisis global balcánica. "Los problemas son muchísimos. Nada es imposible", señaló. Dienstbier manifestó que Milosevic ya no es el problema. "El es sólo el defensor de un comunismo agónico, del pasado. Mucho mas grave es el problema de Vuk Draskovic", el líder de la extrema derecha nacionalista serbia.

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