Los incendios que acompañan a la ola de calor siembran la alarma en varias comunidades

La ola de calor que ha afectado a la mayor parte del territorio español y que ayer se rompió en algunas zonas, como Madrid, con aparatosas tormentas ha estado acompañada de numerosos incendios. De una situación esperanzadora, con menor extensión arrasada que en años anteriores, se ha pasado a la alarma y negros augurios en comunidades como la valenciana y la andaluza, aunque en Galicia se mantiene la esperanza, de que este año se frene la devastación de la última década.

Entre los incendios declarados esta semana en diferentes zonas de España han destacado el que ha calcinado más de 1.000 hectáreas junto al parque nacional de Ordesa (Huesca), los sufridos en las sierras de Sevilla y Huelva, en Valencia y el extinguido finalmente ayer en la sierra del Molino (Murcia), considerado el mayor registrado en la provincia en 50 años. Las altas temperaturas del mes de julio, nás inusuales por su continuidad que por las máximas registradas, han influido negativamente en el problema del fuego."Lo anómalo de la situación meteorológica de las últimas semanas no son las altas temperaturas registradas, sino su persistencia, porque normalmente los periodos de cinco a siete días de mucho calor se interrumpen con tormentas que reducen el calor, aunque luego vuelva a subir", explica el físico Jorge Ron. Ayer llegó a las zonas más castigadas, como la meseta central y Andalucía, el ligero descenso de temperaturas augurado por los meteorólogos, mientras en otras zonas, como Cataluña, se mantuvieron las altas temperaturas.

No es cambio climático

Los expertos insisten en que ni, cabe echarle la culpa de la ola de calor al cambio climático, cuyos efectos se manifestarían dentro de 30 o 50 años, pero el calor prolongade durante las últimas semanas es anómalo según los meteorólogos y está causado por la confluencia de varios factoresHasta ayer, las zonas más afectadas habían sido el oeste de Andalucía, Extremadura y el centro, con valores en torno a los 40 grados. Sin embargo. Galicia, una de las comunidades más azoradas todos los años por los incendios, está teniendo un verano del 91 esperanzador. En lo que va de año se ha producido una drástica reducción de las pérdidas por fuego, según datos oficiales de la Xunta, de Galicia. Frente a las 18.600 hectáreas de árboles perdidas desde el 1 de enero al 15 de julio en 1989, y las 4.289 correspondientes al año pasado en el mismo periodo de tiempo, en 1991 se han liquidado sólo 1.500 hectáreas, informa Xaquin López.

En la Comunidad de Madrid 121 de los 179 municipios están considerados de alto riesgo de incendio entre el 15 de junio y el 15 de octubre cada año. No existe aún evaluación del fenómeno este verano, pero va se har. registrado incendios importantes, entre ellos el que el pasado día 18 durante seis horas cercó varias urbanizaciones en zona norte de Madrid. Otro que afectó a alrededor de 60 hectáreas de morte alto con importante riqueza forestal, como pinares, se produjo en los municipios de San Martín de Valdeiglesias, Robledo de Chavela, Alcalá de Henares y Pelayos de la Presa.

En Cataluña se han declarado un total de 132 incendios forestales desde el pasado 15 de junio -fecha en que comenzó la campaña de prevención y extinción de incendios de la Generalitat-, lo que ha provocado la pérdida de 289 hectáreas arboladas.

Esta cifra supone que ha ardido, en sólo un mes el 44% del total de las hectáreas de bosques calcinadas el año pasado (un buen año en el que los incendios empezaron tarde), en que se quemaron 654 hectáreas. Además, desde que se inició la campaña han ardido 888 hectáreas de matorrales y 21 de cultivos.