Un industrial, condenado a un año de cárcel y multa de 5 millones por delito ecológico

Eduardo Pérez Ferrer, juez de lo penal de Ciudad Real, ha condenado al industrial José Chacón Miguel, de Pozuelo de Calatrava, a un año de cárcel, multa de 5. 100. 000 pesetas y a indemnizar con 204.000 pesetas a la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla-La Mancha por un delito ecológico.El delito ecológico sancionado consistió en arrojar gran cantidad de escombros de forma reiterada en la laguna del Prado de esa localidad.

La sentencia señala que el inculpado, que también tendrá que otorgar una indemnización a la Consejería de Agricultura por el valor del coste que suponga regenerar la laguna, venía arrojando en ese espacio natural, con fines industriales, gran cantidad de escombros, reduciendo su acuífero "potencial" y causando un gran daño ecológico a ese espacio natural y a la fauna del entorno.

Chacón Miguel había sido advertido en varias ocasiones de que esos vertidos estaban prohibidos por la comisaría de aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. El juez de Ciudad Real recuerda que los hechos recogidos en la sentencia atentan contra el artículo 45 de la Constitución y el artículo 347 bis del Código Penal, que tipifica el delito ecológico.

La laguna del Prado está calificada como espacio de importancia internacional para las aves, y se estudia incluría en el Convenio de Ramsar. En ella habitan buena parte del año diversas especies de la avifauna en peligro de extinción, como el pato cuchara, ánades, cercetas, avocetas, cigüeñuelas y flamencos, entre otras especies. Con el objeto de recuperar ese espacio natural, antes de las actividades que protagonizó el inculpado, se limpiaron basureros y se extrajeron más de dos millones de kilos de residuos del mismo.

Los 600 metros cúbicos de escombros arrojados por Chacón Miguel han provocado la desaparición de las algas de la laguna, así como del zooplancton, que constituye la base alimentarla de muchas de las aves que anidan en ese ecosistema. Los especialistas consideran que debido a los vertidos han desaparecido del lugar varias comunidades de animales.