Discurso catastrofista del líder comunista
F. O. / I. C. Fidel Castro, presidente del Consejo de Estado cubano, fue el séptimo mandatario iberoamericano que intervino en el acto inaugural de la cumbre. El líder cubano mostró una visión en cierto modo catastrofista de América Latina en un discurso desdibujado. "El total del valor de divisas convertibles netas que sale de América Latina cada año es superior al de todo el oro y la plata que España y Portugal extrajeron hace 300 años", dijo en un momento de su intervención.
Castro, sobre el que se había centrado toda la expectación, fue aplaudido en un gesto de cortesía cuando acabó su discurso, aplauso al que no se sumaron el presidente Mario Soares y el primer ministro portugués, Aníbal Cavaco. En el rostro de muchos mandatarios se dibujó una sonrisa y, en algún caso, un suspiro. La visión catastrofista del líder revolucionario contrastó, sin embargo, con un tono moderado lejano de cualquier exaltación.
"Las políticas emanadas de las grandes potencias económicas y los organismos internacionales financieros bajo su control nos han traído el desarrollo, pero han llevado la pobreza a más de 250 millones de personas. Nos han servido para tomar capital extranjero, pero han propiciado la exportación de capitales hacia países desarrollados", indicó.
El líder cubano calificó de "histórica" la cumbre de Guadalajara, dijo que el diálogo de Cuba era "constructivo y profundo" y pidió la derogación del veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. "Para hablar de democracia debemos comenzar por democratizar la Organización de las Naciones Unidas tan sólo por conseguir un mundo mejor y más justo", añadió.
Castro definió a América Latina como "el eterno navegante", que debió ser todo y ahora no es nada. Condenó a Estados Unidos y calificó la iniciativa de las Américas del presidente George Bush como "la última de las fantasías" y puso especial énfasis en señalar que en los últimos 200 años los latinoamericanos "hemos sido divididos, agredidos, amputados, intervenidos y subdesarrollados". En opinión del único líder comunista de América Latina, la región tiene en la economía mundial mucho menos peso que hace 20 años y reveló que casi la mitad de la población está desempleada, subempleada o desnutrida.
Pese a su discurso radical, Castro apareció en franca camaradería con sus homólogos de América Latina y la península Ibérica momentos antes y después del acto inaugural. El presidente de Colombia, César Gaviria, anunció ayer que su país restablecerá inmediatamente relaciones comerciales y consulares con Cuba y el presidente de Chile, Patricio Aylwin, conversó 50 minutos con Castro.
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