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Entrevista:Eduardo dos SantosPresidente de la República Popular de Angola

"Estoy convencido de que el miedo desaparecerá"

NICOLE GUARDIOLA ENVIADA ESPECIAL El presidente de Angola, Eduardo dos Santos, confía en que esta vez la paz sea duradera. "Todo lo previsto en los acuerdos se cumple de forma satisfactoria, aunque con un ligero retraso en relación al calendario previsto, porque los plazos estipulados se revelaron insuficientes. Pero las cosas irán mejorando a medida que vayamos avanzando y estoy convencido de que, alcanzada la velocidad de crucero, parte del tiempo perdido podrá ser recuperado".

"La situación militar es estable, el alto el fuego es respetado en todo el territorio nacional", añade. "Hubo, en la primera fase, algunos movimientos de tropas inesperados, pero ninguna violación deliberada ni incidente grave"..

Pregunta. En las zonas más afectadas por el conflicto, la población sólo creerá que el fin de la guerra es irreversible cuando empiece la desmovilización. Hasta entonces, cada una de las partes se reserva la posibilidad de reiniciar la guerra.

R. Es evidente que esta preocupación existe. Pero, durante el mes de julio, las fuerzas deberán replegarse hacia las llamadas bases de localización. Entonces podrá empezar la selección entre los efectivos que habrán de incorporarse al nuevo Ejército nacional y los desmovilizables. Creo que en agosto ya tendremos un plan establecido, con proyectos estudiados y elaborados para la reinserción en la sociedad civil de todos estos soldados, independientemente de su origen, sea de la guerrilla, sea del Ejército gubernamental. Estoy convencido de que el miedo desaparecerá más rápidamente si el pueblo ve que estamos haciendo un trabajo serio, que se abren centros de formación profesional en todas las ciudades y provincias para que los soldados desmovilizados puedan aprender un oficio. Que los que tienen una profesión encuentran colocación en la agricultura, en la industria o en la administración, de acuerdo con sus aptitudes. Que aquellos que tienen la preparación necesaria son destinados a la enseñanza, o retoman sus estudios. Creo que con acciones concretas se fortalecerá la confianza de todos en el proceso de paz.

P. Pero, en materia de desmovilización, Jonás Savimbi entiende que el problema no puede ser planteado en los mismos términos para el Ejército gubernamental, de reclutamiento obligatorio, y para la guerrilla, donde todos son voluntarios.

R. Los acuerdos de paz son muy claros. Está prevista la creación, antes de las elecciones, de un ejército nacional único, al cual el actual Ejército gubernamental contribuirá con 30.000 hombres, y la UNITA [Unión Nacional para la Independencia Total de Angola] con 20.000. Todos los demás combatientes tendrán que ser desmovilizados. Los criterios de selección son competencia de los respectivos estados mayores, aunque habrá un control internacional.

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Pienso que la desmovilización es un problema enorme, complejo, que el Gobierno y la UNITA no están en condiciones de resolver por sus propios medios. Deberíamos ponernos de acuerdo para elaborar programas, proyectos conjuntos para la reinserción en la sociedad civil y en la vida activa de todos los desmovilizados. El Gobierno angoleño ha creado una comisión para estudiar las soluciones posibles y pensamos dirigir una llamada a la comunidad internacional para pedir apoyos financieros y asistencia técnica.

La reconstrucción

P. Una cuestión que interesa y preocupa a la comunidad internacional es la reconstrucción de Angola. El Gobierno angoleño quiere iniciar inmediatamente esta tarea, pero UNITA defiende que hay que esperar hasta después de las elecciones.

R. La vida no se detiene. Los angoleños necesitan comer todos los días, vestirse, calzarse, quieren poder circular libre y cómodamente por todo el país. Precisan transportes, escuelas, hospitales. Hay enormes carencias en materia de vivienda, agua potable, electricidad y comunicaciones. Pienso que no sería sensato posponer los programas de reconstrucción económica. Por el contrario, ahora que la paz llegó y que tenemos una relativa estabilidad, deberíamos juntar los esfuerzos para acelerar la ejecución de estos programas, para aliviar los sufrimientos del pueblo angoleño. Hay que empezar ya.

P. ¿Cuáles son las prioridades para los próximos meses y el año 1992?

R. En la primera fase, reconstruir la infraestructura esencial: vías de comunicación, agua, luz, recuperación de la red sanitaria primaria, apertura de dispensarios, centros médicos en todos los municipios, reconstruir escuelas o adaptar instalaciones para que puedan volver a abrise las aulas lo más rápidamente posible.

Al mismo tiempo hay que dar medios y crear estímulos para que los campesinos y agricultores se dediquen con intensidad a la producción agrícola y ganadera, lo que permitirá aliviar la escasez de productos alimenticios que existe actualmente en todo el país.

P. Pero los nuevos partidos que empiezan a surgir y organizarse cuestionan la legitimidad del MPLA para seguir gobernando.

R. Hay que distinguir entre dos situaciones. La primera consiste en crear las condiciones para que la sociedad civil se pueda organizar, crear cauces representativos para dialogar con el Gobierno. En segundo lugar está la cuestión del papel del Gobierno durante la fase de transición. La UNITA reconoció al Estado y al presidente de la República y, según los acuerdos de Bicesse, el Gobierno será la autoridad única y legítima en todo el país hasta la celebración de los comicios, dentro de 17 meses.

P. ¿No sería mejor acabar con la actual identificación del jefe del Estado y del Gobierno con un partido, el MPLA?

R. La revisión constitucional estableció claramente la separación de las funciones de estas tres entidades, y esta separación será más nítida a medida que se consolide el proceso de democratización: el Gobierno va a asegurar la gestión de los asuntos de la nación, el partido va a dedicarse al trabajo político, y dentro de muy poco tiempo todas las formaciones políticas van a tener que organizar sus campañas electorales, ya no tendrán tiempo para pensar en los problemas de la Administración y del Estado.

P. ¿Le parece que la lucha política va a definirse a través de un duelo entre usted y Savimbi, entre la UNITA y el MPLA?

R. No creo que vaya a haber una bipolarización. Nosotros defendemos un sistema multipartidista y espero que algunos de los partidos en formación consigan afirmarse. Tienen tiempo para hacerlo y dar pruebas de su capacidad.

El papel de España

P. El presidente del Gobierno español visitará Angola en septiembre. ¿Qué espera de esta visita? ¿Cuál debe ser, en su opinión, el papel de España, de los países de la CE, en esta fase de la transición angoleña?

R. La visita del presidente Felipe González es esperada con gran interés por nosotros y estoy convencido de que será un éxito. Durante mi reciente visita a Madrid tuvimos largas y profundas discusiones y acordamos preparar un programa realista y pragmático de cooperación. Este programa ha sido estudiado por los dos Gobiernos. Nuestro deseo es que la visita pueda coincidir con la aprobación de un conjunto de proyectos que darán un gran impulso a las relaciones económi- cas y comerciales entre nuestros dos países, y consolidarán la amistad entre nuestros dos pueblos.

El presidente González goza de grandes simpatías en Angola, y no sólo de las actuales autoridades angoleñas, por el papel personal que desempeñó en la promoción de nuevas relaciones con Angola y con todos los países del Africa austral. España es respetada por la posición coherente que asumió y asume en relación a los principales problemas que afectan a los países africanos en general y al Africa austral en particular.

España y los países de la Europa occidental pueden desempeñar un papel importante. Siglos de presencia colonial portuguesa han creado lazos profundos entre Angola y Europa. Nuestra economía y nuestra cultura se desarrollaron en estrecho contacto con Europa, y después de la independencia, estas relaciones se han intensificado. Existen condiciones para un desarrollo aún mayor de los intercambios, y los acuerdos existentes con la CE deberían ser reajustados en función de la nueva situación creada por el fin de la guerra.

Un país joven

P. ¿Antes de las elecciones?

R. ¿Por qué no? ¿Por qué perder tiempo? ¿No dicen los americanos "time is money", el tiempo es dinero? Ahora es cuando Angola necesita más capitales y tecnología para reconstruir su economía, sus infraestructuras. El nuevo modelo político y económico abre buenas perspectivas para los empresarios que estén dispuestos a correr el riesgo de apostar en el futuro de un país joven, con grandes recursos naturales.

P. Pero las elecciones son dentro de poco más de un año. Se dice que UNITA va a ganar. Es natural que los empresarios prefieran esperar en vez de firmar contratos a tres o cinco años con un Gobierno que tiene sus días contados y sobre todo cuando UNITA amenaza con ejercer represalias contras las empresas que apoyaron el anterior régimen.

R. No puedo hablar por los demás, pero creo que sea quien sea el vencedor no pretenderá ínterrumpir proyectos que tienen como objetivo la reconstrucción del país. El mundo de hoy ya no concibe las relaciones económicas en función de opciones políticas o ideológicas. De la misma manera que todos los países europeos intentan dejar de lado las antiguas divisiones en bloques y cooperar para desarrollar la nueva Europa unida, nosotros queremos juntar a todos los países del África austral -una vez liquidado el apartheid- para desarrollar las economías nacionales y regionales, independientemente de los regímenes políticos. La idea de continuidad, de evolución, me parece más sensata que el enfrentamiento y la guerra. Los partidos ofrecen programas distintos, y es bueno que así sea. Por nuestra parte, conscientes de la necesidad de defender los intereses de Angola, del pueblo angolefio y sobre todo de las víctimas de la guerra, vamos a defender la necesidad urgente de inversiones, para acelerar la reconstrucción y mejorar las condiciones de vida de la población. Si otros piensan de manera diferente, están en su derecho: el pueblo Juzgará quién defendió mejor sus intereses y votará en consecuencia. La democracia es esto.

Los sueños del presidente

Pregunta. ¿Se siente realizado por haber conseguido que se haya acabado la guerra en Angola?Respuesta. Estoy satisfecho porque mi pueblo está en paz. Pero en el aspecto personal, una persona sólo se siente realizada cuando consiguió materializar todos o algunos de los sueños de su juventud, y no es mi caso.

P. ¿Y cuáles eran sus sueños?

R. Quería ser ingeniero. No estudié política, ni relaciones internacionales. Fue una tarea que cumplí por deber patriótico, para ayudar a los que luchaban por la independencia, la soberanía de Angola, la libertad y la democracia para todos los angoleños.

P. Su candidatura a la presidencia se da como segura.

R. No he tomado aún ninguna decisión, y mi candidatura dependerá de la voluntad del MPLA y de los angoleños.

P. ¿No va a decir, como un famoso político portugués, que si se presenta y no resulta elegido se sentirá feliz como un pájaro fuera de la jaula?

R. Si no resulto elegido, no será una tragedia. Sencillamente, adaptaré mi vida a las nuevas circunstancias que me toquen vivir, sin dramatismo.

P. Acaba de casarse, espera un hijo. ¿Ya es parte de esta adaptación?

R. Creo que hoy, en Angola, todo el mundo está replanteándose muchos aspectos de su vida, porque muchas cosas cambiaron en nuestro país. Teníamos un régimen político que ya no existe, estábamos en guerra y la guerra, felizmente ha acabado. Es necesario un gran esfuerzo para adaptarse a las nuevas condiciones de vida, de trabajo.

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