Francia y Diuri

Indignación y asco. Me da pena que en un país como Francia (miembro de la Comunidad Europea), que presume de pertenecer al mundo de la libertad, se expulse al ser humano Abdelmumen Diuri por razones de Estado (económicas, digamos las cosas por su nombre).De repente, Diuri, que vivía en París durante 15 años, empieza a desarrollar "actividades políticas contrarias a su condición de refugiado" (escribe un libro sobre Hassan II: digamos la verdad, por favor).

Lamentable que Francia y la CE se sitúen al lado de regímenes cuya defensa de los derechos humanos deja mucho que desear. Puestos a depurar a personas que "contactan con servicios secretos libios e iraquíes y con grupos extremistas palestinos" (?), empecemos a expulsar a todos los miembros de Amnistía Internacional de Europa, que en su informe anual critica la situación de los derechos humanos en Marruecos.

No importa, como dicen los ministros franceses de Exteriores y de Interior: "Han cumplido con su deber y no sienten remordimiento". Enhorabuena, tiremos esta carta o guardémosla en las cloacas de la democracia junto a la voladura del barco de Greenpeace o a la defensa de la economía (perdón, libertad) de la guerra del Golfo. El tiempo borrará de nuestra memoria esta noticia y, orgullosos, afirmaremos con rotundidad infantil que somos afortunados de vivir en el mundo de la igualdad, la justicia y la libertad. Vomitemos.-