Una carretera que parece una pista abandonada de aterrizaje
La carretera de Zagreb a Belgrado, la de mayor tráfico de los Balcanes y principal ruta de Europa central a Grecia, Turquía y Oriente Próximo parece estos días una pista de aterrizaje abandonada.En esta temporada en la que decenas de miles de emigrantes de la región comienzan sus vacaciones en Alemania, Francia, Suiza o Austria, hay que esperar a veces hasta veinte minutos a que pase un camión.
Los aparcamientos están desiertos, los bares y gasolineras en muchos casos cerrados. Los turistas dejaron de venir hace tiempo y los pocos que quisieron aprovechar los bajos precios en la costa dálmata han sido evacuados.
Las calles de las ciudades eslovenas y croatas están desiertas sin necesidad de las alarmas aéreas que resuenan una y otra vez en las ciudades eslovenas. Los carros de combate del Ejército federal en ruta por los pocos trechos circulables y las barricadas de camiones en Eslovenia explican en parte el escaso tráfico.
Miedo generalizado
Por todas partes se palpa el miedo a una inminente explosión generalizada de la violencia armada. El Circo Medrano, de gira por Yugoslavia, se vió encerrado en uno de los atascos por las barricadas en los primeros dias de la intervención militar.
Hacía calor y sus empleados se las vieron y desearon para calmar a sus bestias que compartían la sed con varios miles de soldados que, nada convencidos de su empresa, esperaban junto a sus tanquetas a que los aviones de combate dejaran libre el camino.
La guerra ha vuelto tras más de cuatro décadas a Europa y acostumbrados a las imagenes de guerras exóticas, el público occidental se sorprende con esta mezcla de cotidianeidad europea y violencia bélica.
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