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Un responsable de la red de hormonas ilegales acusa a los mataderos de pedir su uso

Pedro Gorospe

Carlos Abascal Martínez, de 28 años, buscado por la policía como uno de los máximos responsables de la red de tráfico ilegal de hormonas acuso ayer, en Vitoria, al personal de varios mataderos por exigir el uso de esos productos para matar las reses y de chantajear a los ganaderos. "Incarsa, de Burgos; Campofrío y Giresa, de Madrid, son tres, pero hay muchos más". Según Abascal, más del 90% de la carne de vacuno, porcino y los pollos que salen de los mataderos está tratada con clembuterol y hormonas que se han convertido en una exigencia de carniceros y matarifes.

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Carlos Abascal se entregó ayer voluntariamente al juez de Vitoria que está instruyendo las diligencias por el caso de la red ilegal de distribución de hormonas. Su proveedor catalán, José Manubent Turro, también se entregó en Granollers (Barcelona). Unas 23 personas han sido detenidas ya en las provincias de Segovia, Salamanca y Burgos. El ámbito de actuación de Abascal como distribuidor se extendía a las provincias de Santander, La Rioja, Navarra, Segovia, Burgos y Madrid. "Más del 90% de los ganaderos me pedían productos ilegales, y utilizan hormonas y clembuterol [droga sintética ilegal utilizada para el engorde de ganado] para poder vender su carne a precios competitivos. Criminalizarme es hacerlo con todo el sector", afirmó. La Asociación Española de Criadores de Vacuno (Asovac) manifestó ayer en un comunicado que el uso de hormonas para el engorde artificial del ganado son "hechos individuales y residuales" cuya difusión "magnificada" está afectando económica y moralmente a todo el sector, informa Efe.Abascal denunció ayer que, en muchos mataderos, si el vacuno no ha sido hormonado pagan hasta 120 pesetas menos por kilo de carne en canal, o no admiten el ganado. Ese tipo de chantajes se producen en los mataderos "Campofrío, Incarsa de Burgos y Giresa de Madrid, entre muchos otros. Si no inyectas hormonas la mayoría de las veces no te cogen el ganado, o te pagan menos dinero por la carne, y si les inyectas te las compran pero te chantajean, tienes que pagar un peaje, o te queman los animales".

Desde su punto de vista los vendedores de medicamentos para el ganado son unos comodines de los ganaderos, mataderos y carniceros. "Si además de los productos legales no suministramos los ilegales comienzan a comprarlos a otros distribuidores que los tengan", declaró ayer Abascal, "y se acaba el negocio". Este comercio ilegal está totalmente generalizado por todas las provincias, asegura Abascal, hasta el punto de que el clembuterol es de uso común en pequeñas y grandes ganaderías.

Cerdos y pollos, también

"Esa dinámica ha hecho que veterinarios e inspectores de administraciones públicas proporcionen ellos mismos esos productos garantizando de esa manera el más absoluto de los mutismos. Uno de los casos más importantes es el de la Junta de Castilla y León", acusó Abascal. "Además están implicadas asociaciones de veterinarios y personal de varios mataderos municipales", dijo. "Sin su participación en el negocio hubiera sido imposible que se extendiera de semejante manera. Además los laboratorios que producen estas sustancias son totalmente legales".Según Abascal el beneficio que obtiene por cada kilo de clembuterol vendido a 4.000 pesetas son 1.000 pesetas netas. El ganadero obtiene un rendimiento aproximado de 4.000 pesetas más por pieza, unas 2.000 pesetas más el matadero, y el carnicero es el principal beneficiario al colocar mejor la carne y obtener unos beneficios adicionales de 20.000 a 25.000 pesetas por pieza. "En España no sólo se trata con este producto la carne de vacuno. Más del 90% de los pollos y de los cerdos también son alimentados con clembuterol y otras hormonas", declaró. Abascal ha permanecido oculto hasta ayer desde que la pasada semana.

La policía intervino la semana pasada en unos almacenes próximos al domicilio de Manubens, en Granollers (Barcelona), varias bolsas de sustancias prohibidas y documentación contable de proveedores y clientes. En Fuidio (condado de Treviño), se descubrieron nueve toneladas de una droga similar al clembuterol recién importada de Holanda.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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