El debate de la 'mili', recorre Europa
El fin de la guerra fría y el conflicto del Golfo cuestionan el modelo de defensa tradicional
EL PAÍS Ni uno solo de los casi 15.000 soldados franceses que participaron en la guerra contra Irak cumplía el servicio militar obligatorio. Todos eran profesionales. El presidente Francois Mitterrand dio instrucciones explícitas al respecto. En su opinión, los 260.000 reclutas franceses registrados en 1990 no tenían arte ni parte en una expedición militar cuyo objetivo no era la defensa del territorio nacional.
La guerra del Golfo despertó un amplio debate en Francia sobre la utilidad o inutilidad del servicio militar obligatorio, una institución introducida en el país por la revolución de 1789 y regulada en su forma actual por una ley de 1970. Los partidarios de abandonarlo argumentaron que Estados Unidos y el Reino Unido, con ejércitos totalmente profesionales, pudieron hacer un despliegue más rápido y poderoso que Francia. Y además, agregaron: si Francia no envió reclutas al Golfo, ¿para qué servía el servicio militar obligatorio?.
Mitterrand en persona zanjó el debate al término del conflicto. Tras reconocer la conveniencia de contar con una Fuerza de Acción Rápida estrictamente profesional, defendió la necesidad del servicio militar obligatorio en nombre de los principios de la democracia republicana. "Todos los franceses", dijo, "deben recibir algún entrenamiento militar que les permita participar en la defensa del territorio nacional, si fuera necesario".
A partir del principio de que el servicio militar es una institución democrática y de la estricta limitación de los reclutas a la defensa del territorio nacional, los jóvenes franceses de 18 a 29 años tendrán que seguir cumpliendo una mili que, según el proyecto que el Parlamento debatirá en otoño, reducirá su duración de los 12 meses actuales a 10.
El 95% de los 260.000 franceses que el pasado año realizaron el denominado "servicio nacional" lo hicieron en las Fuerzas Armadas. Una pequeña minoría realizó voluntariamente el servicio civil: policía nacional, ayuda técnica a departamentos de ultramar, cooperación en el desarrollo de antiguas colonias y, desde abril de 1990, protección civil. Este servicio civil dura 16 meses, en vez del año del servicio militar. Por último, 3.172 franceses (el 1,2%) se declararon objetores de conciencia, lo que obliga a la prestación de 24 meses de trabajos humanitarios, informa desde París Javier Valenzuela.
Discusión en Italia
Italia se está planteando por primera vez la posibilidad de contar con un ejército totalmente profesional de 30.000 a 50.000 soldados en un periodo de cinco años. La discusión entre las fuerzas políticas se centra en si el ejército debe ser "sólo" profesional o bien "mixto". Republicanos y liberales propenden por la primera hipótesis, pero la mayoría se inclina por un ejército mixto, de voluntarios y forzosos.
El Parlamento italiano tiene un estudio sobre este tema desde antes de la guerra del Golfo, aunque sólo se ha conocido después del conflicto. También está en discusión un proyecto para rebajar la mili de 12 a 10 meses, en lo que están de acuerdo todos los partidos. Lo que nadie ha planteado aún es la ampliación del servicio militar a las mujeres, salvo con carácter voluntario.
Se ha tomado conciencia de la necesidad de un ejército profesional a raíz de la guerra del Golfo; en la que la Marina y la Aviación no hicieron mal papel, pero no puede decirse lo mismo del Ejército de Tierra. Dentro de unos días, el ministro del Ejército, el democristiano Virginio Rognoni, presentará un nuevo modelo de defensa militar para Italia, que piensa aportar 20.000 soldados al futuro ejército europeo.
Algunos observadores consideran que Italia gasta muy poco en la modernización del Ejercito: en torno al 1,7% del Producto Interior Bruto (PIB) en 1991. Mientras figura entre los primeros países en exportaciones de armas, nunca ha demostrado excesivo interés por los problemas militares, seguramente porque la Italia moderna no ha ganado ninguna guerra ni sus Fuerzas Armadas han tenido gran peso, informa Juan Arias desde Roma.
El caso alemán
La Bundeswehr, el Ejército alemán, recluta varones de entre 18 y 28 años. últimamente se han dado, sin embargo, algunos casos de soldados con 32 años entre gente que escapaba al extranjero o entre aquellos que fueron obligados a alistarse cuando se derogó el estatuto especial que excluía del servicio militar a los habitantes de Berlín, mientras dicha ciudad era una isla en la Alemania comunista.
Cada año se reclutan entre 180.000 y 200.000 jóvenes y el servicio militar tiene una duración de 12 meses, mientras que la prestación sustitutoria dura tres meses más. Hasta 1990, su duración era de 18 y 24 meses, respectivamente. En el futuro habrá que establecer unas nuevas cuotas y una nueva duración ya que Bonn, en el proceso de unificación, se comprometió a reducir sus Fuerzas Armadas por debajo de los 370.000 hombres.
El servicio militar consta de tres meses de instrucción básica y el resto es formación práctica en el puesto que mejor se adapte a la profesión que se tenga en la vida civil. Los soldados son destinados a cuarteles lo más cerca posible de sus domicilios, a un máximo de 100 kilómetros.
El servicio civil, que deben realizar quienes alegan objeción de conciencia, cuenta cada vez con más adeptos. En 1989 fueron 77.000, mientras que este año la cifra ha subido hasta 90.000. Desde 1984, el procedimiento no es oral, basta exponer los motivos en una carta, que se acepta casi siempre. Los que hacen el servicio civil, conocidos como zivis, trabajan en casi 8.000 institutos sociales, en asistencia a enfermos, minusválidos o ancianos. También hay 2.500 puestos de protección del medio ambiente.
Recortes en el ejército profesional británico
El ejército británico va a llegar a fines de siglo con un 18% menos de sus actuales 308.000 soldados, todos ellos voluntarios. La poda va a empezar de inmediato en el Ejército de Tierra, al que se acaba de dar un mes de plazo para que piense cómo reducirá la cuarta parte de sus tropas, en un plan escalonado a lo largo de cuatro años, hasta quedar en 116.000 hombres y mujeres, frente a los 156.000 con que cuenta ahora. La Royal Air Force, el Ejército del Aire, deberá pasar de 89.000 a 75.000 hombres; mientras la Royal Navy, la Armada, conforme a la tradición marinera del país, apenas va a perder 3.000 de sus 63.000 efectivos.La desaparición de la amenaza soviética llevó al Gobierno a presentar hace un año un plan de recortes, bajo el título de Opciones para el cambio, que ahora ha sido detallado en lo relativo al Ejército de Tierra, en el que la mitad del recorte se conseguirá de forma natural y la otra será incentivada.
El objetivo de los británicos es limitar los niveles de mando y mantener en la medida de lo posible la base, pues el reclutamiento voluntario viene produciendo un déficit anual de en torno a 7.000 hombres en el conjunto de los tres ejércitos.
El grueso de la clase de tropa, desde que hace tres décadas se acabó con el servicio militar obligatorio en el Reino Unido, procede de las regiones y franjas sociales más desfavorecidos del país. Escocia ha sido tradicionalmente una segura fuente de reclutamiento, como lo son las áreas deprimidas del noroeste.
Durante la reciente guerra del Golfo, el 40% de las tropas británicas enviadas a la zona procedía de batallones escoceses. Un periodista se encontró con que casi todos los soldados de una compañía destacada en el frente habían conocido la cárcel, información que le fue censurada y sólo pudo hacer pública cuando acabó el conflicto.
Irlanda atribuye a su neutralidad la pequeñez de sus Fuerzas Armadas, apenas 14.000 hombres, formadas exclusivamente por voluntarios, para los que no hay planes de recorte. "Somos un país neutral y, por lo tanto, la amenaza soviética nunca fue un problema", comenta una fuente diplomática irlandesa, que tampoco ve ahora razones para modificar la estructura de su ejército.
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