Indignación en Francia por la expulsión de Diuri

Una treintena de sindicatos, organizaciones de defensa de los derechos humanos y movimientos antirracistas se manifestarán hoy frente al Ministerio del Interior francés para protestar por la expulsión del escritor y opositor marroquí Abdelmumen Diuri. Esa expulsión, justificada por "razones de seguridad nacional" por las autoridades socialistas, ha despertado el bochorno y la indignación de numerosos franceses.

En unas declaraciones efectuadas a EL PAÍS en una pausa de los trabajos del seminario intergubernamental hispano-francés, Philippe Marchand, ministro del Interior galo, afirmó que no sentía "ningún tipo de remordimiento" por la expulsión de Diuri. "He cumplido con mi deber, y ello de común acuerdo con mi colega de Asuntos Exteriores", dijo Marchand.Según el ex ministro de Exteriores francés, Michel Jobert, la decisión de enviar al opositor marroquí a Gabón fue adoptada "en la cumbre del Estado". Jobert señaló así a François Mitterrand, cuya esposa intentó en vano impedir la expulsión. En numerosas ocasiones Danielle Mitterrand ha protestado contra medidas adoptadas por el presidente en nombre de la razón de Estado".

Diuri -un economista de 53 años, que fue torturado y condenado a muerte en Marruecos y posteriormente graciado por Hassan ll- vivía en Francia desde hacía 15 años, tenía el estatuto de refugiado político y se disponía a publicar en París un libro sobre las riquezas del monarca marroquí. Para justificar su expulsión, el Ministerio francés del Interior afirma que Diuri desarrollaba en Francia "actividades políticas contrarias a su condición de refugiado", en particular "contactos con servicios secretos libios e iraquíes y con grupos extremistas palestinos".

Las organizaciones convocantes de la manifestación de mañana y buena parte de la prensa francesa estiman, por el contrario, que la expulsión de Diuri es el fruto de "un mercadeo" entre París y Rabat. El ministro del Interior marroquí, Dris Basri, se ha comprometido, al parecer, a impulsar la colaboración de los marroquíes residentes en Francia en la lucha contra la violencia en los suburbios.

Diuri permanecía ayer en el hotel Mont de Cristal, de Libreville, bajo la estrecha vigilancia de cuatro policías gaboneses, según informaron a la AFP residentes franceses en esa ciudad. Las autoridades del país africano, en excelentes relaciones con Hassan II, planean trasladarle a una villa en una zona custodiada por la guardia presidencial.

El abogado del opositor marroquí afirmó que seguía "sin noticias directas" de su cliente desde su detención y expulsión por agentes de los servicios secretos franceses. El abogado expresó su temor a que Diuri esté en manos de agentes marroquíes, y recordando el caso Ben Barka [líder socialista marroquí cuya desaparición en Francia en 1965 fue atribuida al régimen marroquí], dijo temer por su vida.

[El rey Hassan II de Marruecos concedió ayer una amnistía total o parcial a 337 presos condenados por delitos comunes con motivo de la Fiesta del Cordero, informa desde Rabat la agencia Efe. Marruecos no reconoce la existencia de presos políticos, aunque las organizaciones de defensa de los derechos humanos hablan de centenares de personas encarceladas por motivos políticos.]