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Ni blancos ni negros

Los temores de la comunidad mestiza

"Estamos hartos de radicalismo, violencia, manifestaciones, toyi-toyi [danzas del ANC] y huelgas en las escuelas", dice Abe Williams, un parlamentario que milita en el Partido Nacional (PN), en el poder. "Estamos cansados de ver cómo se vulnera la disciplina en escuelas y universidades". Williams expresa el temor de los miembros del PN, un partido exclusivamente de blancos desde que alcanzó el poder en 1948. "Queremos una buena educación para nuestros hijos. No podemos aceptar la destrucción de lo conseguido".Éstos son los temores de muchos blancos que pronostican cambios drásticos en un Gobierno de mayoría negra. Abe Williams es, sin embargo, mestizo, uno de los 36 diputados laboristas que abandonaron el partido que dominó el Parlamento mestizo para integrarse en el Partido Nacional. Poco después de llegar al poder, el PN retiró el derecho de voto a los diputados mestizos y les expulsó del Parlamento.

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¿Por qué razón un mestizo se incorpora a un partido político que durante más de 40 años le ha humillado y perseguido? "Somos gente moderada", responde Williams. "No somos conservadores ni tene mos miedo de la integración racial. Procedemos en parte de la comunidad negra y en parte de la comunidad blanca. No nos importa quién es nuestro vecino ni quién nada en la pis cina". "Sólo nos preocupan nuestros valores y nuestro estilo de vida", subraya.

En pocas palabras, las declaraciones de Williams reflejan los temores de los tres millones de mestizos ante la perspectiva de que el Congreso Nacional Africano (ANC) desempeñe un mayor papel político en el futuro de Suráfrica

Cambio

El profesor Richard van der Ross, distinguido historiador mestizo y ex rector de universidad, señala que los diputados laboristas mestizos se integraron en el PN "simplemente porque el Gobierno ha cambiado mucho y porque, entre el PN y el ANC, este último no parece" reformable.

El reverendo William Bantam, otro mestizo del PN, insiste: "Generalmente, se considera al ANC como un movimiento negro que sólo defiende los intereses de los negros". Culturalmente, la población mulata está más próxima a los afrilcáners, ya que hablan el mismo idioma y asisten a las mismas iglesias. Aunque mestizos y negros han sufrido una lón similar bajo las leyes opresión similar bajo las leyes del apartheid, están separados por lengua, cultura y distancia: el corazón de la política negra se sitúa alrededor de Johanesburgo y en el sector orienta] del cabo, mientras que la población mestiza se congrega en torno a Ciudad del Cabo.

El apoyo al ANC en la provincia de El Cabo constituye un motivo de "gran preocupación" para la organización. En la llanura de Mitchells, una irregular ciudad mestiza en las afueras de Ciudad del Cabo, el ANC tienen en total unos 1.000 militantes. Una encuesta realizada en abril pasado en el campo y la ciudad por el Consejo de Investigación de Ciencias Humanas mostró que de los 2.006 interrogados el 73% apoyaba al presidente De Klerk y sólo el 1% a Mandela.

Allan Boesak, el líder del Frente Democrático Unido (UDF), que encabezó la campaña anti-apartheid cuando el ANC estaba prohibido, manifiesta que la población mestiza en las áreas rurales es "de orientación afrikáner, conservadora y crístíana".

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