El PP tiene problemas para justificar su pacto sorpresa con Hormaechea

La gestión de la dirección del PP, a través de Rodolfo Martín Villa, ha conducido a que Juan Hormaechea vaya a ser el presidente de Cantabria, el Ayuntamiento de la capital sea gobernado por el popular Manuel Huerta Castillo y que se produzca la unión de la derecha en virtud de la próxima disolución del partido de Hormaechea, quien públicamente pedirá perdón a los dirigentes del PP a los que hace seis meses ofendió. El PP tuvo ayer problemas para justificar este sorprendente. pacto político. Durante la constitución del Ayuntamiento, simpatizantes del candidato socialista prorrumpieron en gritos de "cerdos" y "traidores", dirigidos presuntamente a quienes han hecho posible el pacto.

Un dirigente socialista recordó ayer que el presidente del PP, José María Aznar, había manifestado su intención de perder el gobierno de Cantabria "antes que la dignidad". Mientras, dirigentes del PP en Madrid señalaron ayer que Rodolfo Martín Villa se entrevistó con Juan Hormaechea ante la voluntad expresada por éste de disolver su partido y pedir disculpas públicas en el convencimiento de que la ciudadanía ha querido que gobierne la derecha y no los socialistas. En un primer momento el PP pretendió llegar al acuerdo prescindiendo de Hormaechea lo que no fue posible y ahora solo se confía que "en seis meses el episodio se haya olvidado".El acuerdo condujo ayer a que Manuel Huerta Castillo, de 44 años, médico traumatólogo en excedencia y candidato del Partido Popular, fuera reelegido alcalde de Santander gracias a los votos de UPCA, el partido liderado por Hormaechea. Entre tanto, simpatizantes del candidato socialista, Juan José Sota, que encabezaba la lista más votada al obtener 12.000 votos más que el candidato popular, prorrumpieron en gritos de "cerdos", "indignos" y "traidores" presuntamente dirigidos a quienes han hecho posible el pacto de las dos facciones de la derecha en Cantabria.

El alcalde popular obtuvo 16 votos al unirse sus compañeros con los concejales electos de UPCA. El candidato socialista recogió los 10 correspondientes a su grupo. El concejal electo de Izquierda Unida, Ezequiel Martínez, se votó a sí mismo. No hubo discursos porque, según el alcalde Huerta, "no suele hablarse en los plenos". Sin embargo, el candidato socialista, Juan José Sota, daría a conocer, poco después de la sesión plenaria, el contenido de la intervención que tenía preparada. "Quien ha sido investido está", dijo, "a 13.000 votos de distancia de los obtenidos por el partido socialista en Santander. Estoy obligado a decir que el Partido Popular ha abandonado en Cantabria la dignidad por obtener el poder. A ellos corresponderá dar explicaciones".

En esta línea, Jaime Blanco, secretario general de los socialistas cántabros, calificó ayer el acuerdo suscrito por la derecha regional como el más inestable porque "reproduce la situación que ella misma había dinamitado hace seis meses al considerarla un fracaso. El señor Aznar ha perdido en Cantabria la dignidad". Blanco recordaba así las palabras de Aznar y las afirmaciones del PP en campaña de que nunca pactarían con Hormaechea. Blanco criticó a Aznar y se preguntó: ¿"Podría dejarse en manos de este señor la gobernación de España"?

El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, declaró ayer en Oviedo que no cabía más disyuntiva que permitir el Gobierno socialista en el Ayuntamiento de Santander y en el Ejecutivo de Cantabria o alcanzar un "acuerdo de participación" con Hormaechea, informa Javier Cuartas.

En la dirección del PSOE en Madrid no había otro comentario respecto a los pactos que el de Cantabria, preguntándose como era posible que el PP facilitara la vuelta de Hormaechea cuando había denunciado su gestión por presunto despilfarro.