Santillana premia el uso de técnicas lúdicas para enseñar matemáticas

La utilización de procedimientos lúdicos e imaginativos para despertar el interés por el aprendizaje de las matemáticas es uno de los elementos más frecuentes entre el centenar largo de propuestas didácticas presentadas a la decimotercera edición del Concurso de Experiencias Escolares de Editorial Santillana, fallado ayer. El concurso se convocó en esta ocasión bajo el lema Enseñar Matemáticas: Recursos y materiales.

La imaginación, la fantasía y el juego están a punto de derribar de su mítico pedestal al gran monstruo de la enseñanza, las matemáticas, a las que tradicionalmente ha acompañado una aureola de coco, de asignatura odiosa, difícil y poco menos que insuperable para estudiantes con una capacidad intelectual normal.Cada vez es mayor el número de profesores de matemáticas agrupados en asociaciones empeñadas en acabar con ese mito, ofreciendo alternativas muy válidas para mejorar su enseñanza. Parte de esas alternativas ha tenido su reflejo en las experiencias didácticas presentadas al concurso de Santillana, en opinión del jurado calificador, presidido por Antonio Pascual Acosta, catedrático de Matemáticas de la Universidad de Sevilla y consejero de Educación de la Junta de Andalucía.

La calidad, cantidad y variedad de los trabajos presentados, de los que ocho fueron premiados, animó al presidente de la fundación Santillana, Jesús Polanco, a pronosticar ("ahora que tanto se habla de competencia", explicó) que España "podrá ganar la pelea de Europa".

Este entusiasta pronóstico se explica no sólo por la calidad de las experiencias, sino, como recordó Polanco, por los datos de que se dispone sobre pruebas internacionales para medir el nivel de formación de los estudiantes en la materias básicas de la enseñanza, realizadas a instancias de la OCDE. En ellas, los escolares españoles han demostrado un nivel equiparable y aún superior, en el ámbito concreto de la formación matemática, a la de países con un mayor grado de desarrollo.

El primer premio del concurso de Santillana correspondió al trabajo Introducción al pensamiento estadístico y posibilístico, desarrollado por Antón Labrafia, profesor del instituto de enseñanza secundaria y profesional de Cedeira (La Coruña). De él subraya el jurado especialmente la "originalidad de los recursos empleados y el esfuerzo por diseñar actividades capaces de despertar el interés y la motivación de los alumnos".

Del trabajo premiado en segundo lugar -Proyecto de refuerzo en matemáticas para primero de BUP, de Ana García Azcárate, catedrática del instituto madrileño Severo Ochoa- el jurado destaca el recurso a un "material alternativo, basado en juegos, para actuar en el proceso de recuperación de alumnos con fracaso escolar".

El tercer premio correspondió al instituto de bachillerato de Requena (Valencia) por una experiencia titulada Open Matemático, consistente en un torneo abierto de resolución de problemas para desarrollar actitudes de investigación y descubrimiento en el aprendizaje matemático.