Tormenta política en Colombia por el adelanto de las elecciones

Un verdadero revuelo político se ha vivido estos días en Colombia. El miércoles, mientras el ex presidente y dirigente conservador Misael Pastrana renunciaba a su escaño de diputado de la Asamblea Constituyente, varios parlamentarios del Congreso se rebelaban y aseguraban que no renunciarán a sus puestos legislativos. El motivo de las protestas es el acuerdo, firmado el pasado sábado por el presidente, César Gaviria, y las fuerzas mayoritarias de la Asamblea Constituyente, por el que se recomienda la disolución del Congreso y la convocatoria de elecciones en octubre.

Este acuerdo fue firmada por el Partido Liberales, el Movimiento de Salvación Nacional, y la Alianza Democrática M-19. El presidente Gaviria no invitó a los grupos minoritarios, entre ellos el partido conservador y su jefe, Misael Pastrana. Por éstos protestaron airadamente y calificaron el acuerdo de "esperpento" y "orgía pactada en una noche aciaga". Pero el punto neurálgico de las protestas tuvo que ver con las facultades especiales otorgadas al presidente. "Me voy si se firma el acuerdo que pretende entregarles poderes dictatoriales al presidente Gaviria", amenazó otro constituyente conservador, Hernando Londoño.Para llenar el vacío que genere la disolución del Parlamento, la Asamblea debe conferir a Gaviria facultades legislativas. Esta tarea la debería cumplir con la asesoría de unacomisión de 18 miembros. En el acuerdo se establece, asimismo, que los miembros de la Asamblea Constituyente no pueden ser elegidos para el nuevo Congreso.

El pacto firmado por el presidente y los citados tres grupos políticos fue la salida que se encontró para zanjar el enfrentamiento planteado entre el Congreso y miembros de la Asamblea Constuyente y quedó claramente formulado el día en que el jefe de Alianza Democrática M-19, Antonio Navarro, habló de la urgencia de revocar el mandato del Congreso. El pataleo de los parlamentarios que se negaban a aceptar el recorte de su mandato casi tres años antes de la fecha prevista llegó a extremos peligrosos. Algunos afirmaron que convocarían el apoyo del Ejército para defender su permanencia en el Parlamento.

Con el paso del tiempo, esta indignación se convirtió en resignación y ante el anuncio del acuerdo político, el sábado, muchos decidieron dejar de un lado la protesta y lanzarse de lleno a la campaña política.

El nuevo Congreso podría ser el espacio propicio para que los grupos de la Coordinadora Guerrillera, que actualmente dialogan con el Gobierno en Caracas, inícien su nueva vida política. Ellos consideran la fecha electoral muy cercana. "Lo que se debe hacer es crear una circunscripción especial electoral para facilitar a la Coordinadora Guerrillera su llegada al Congreso; el proceso político no puede esperar", dijo a EL PAÍS Bernardo Gutiérrez, ex guerrillero del Ejército Popular de Liberación.