Spielberg estrena su propio departamento de animación
Amblimation pretende competir con Disney
Cuatro años después de que el pequeño, ratón Fievel descubriera que en América también hay gatos, Steven Spielberg estrenará estas próximas navidades en las pantallas de todo el mundo la segunda parte de Fievel y el nuevo mundo, un homenaje-parodia al género cinematográfico auténticamente norteamericano: el western. Con esta nueva incursión de Spielberg en el cine de animación, el productor y realizador estadounidense ha estrenado su nuevo departamento de dibujos animados, Amblimation. En la realización del filme han colaborado ocho profesionales de la animación españoles.
Fievel y el nuevo mundo II es la primera película animada producida en solitario por Steven Spielberg, después de sus experiencias con Walt Disney y Don Bluth, traducidas en filmes como ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, El misterio del valle encantado y el primer Fievel. La película cuenta con un presupuesto de 17 millones de dólares (unos 1.700 millones de pesetas) y está dirigida por el británico Simon Wells -nieto del escritor H. G. Wells- y el norteamericano Phil Niebelung.
Dos españoles en el proyecto
Durante los dos años que ha durado la producción de este largometraje, han pasado por Amblimation intercaladores, fondistas, coloristas y animadores italianos, franceses, británicos, norteamericanos y también españoles. De un equipo de ocho profesionales de nuestro país, destaca la aportación a la nueva aventura de Fievel de Antonio Navarro y Raúl García, dos madrileños con una larga experiencia en el mundo del dibujo animado.Antonio Navarro, creador del diseño de fondos de series como Lucky Luke, Los Pitufos y Los Trotamúsicos, y de películas como Los viajes de Gulliver, ha sido uno de los responsables del lay-out de Fievel y el nuevo mundo II. El propio Navarro habla de su trabajo en esta película definiéndolo como "la puesta en escena, el diseño del decorado en el que se han de mover los personajes, sobre los que indico. los movimientos de cámara".
Como es habitual en todas las producciones de Steven Spielberg, éste ha controlado al máximo el desarrollo de la película, que ha contado con un gran despliegue de medios técnicos. "La animación es perfecta", señala Navarro, "todos los movimientos de los personajes han sido realizados a dibujo por fotograma, sin limitarse a los esenciales, como suelen hacer las series de animación japonesas televisivas".
Fievel y sus amigos se trasladan en esta segunda parte al Oeste, donde se asegura que los gatos son amigos, a diferencia de lo que ocurría en Nueva York en la primera película. "En realidad el filme es un homenaje al género del Oeste. No faltan ninguno de sus tópicos, desde la diligencia, al salón, pasando por los indios y los grandes espacios naturales", dice Navarro, que asegura que Spielberg pretende con las películas de Fievel ofrecer su particular visión de la epopeya histórica de EE UU: "No hay que olvidar que Spielberg procede de una familia de inmigrados soviéticos".
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