Rusia acude a las urnas con Yeltsin como favorito

Rusia celebra hoy elecciones generales al puesto de presidente por primera vez en toda su historia, durante la cual se sucedieron al frente de su destino príncipes, zares y dirigentes comunistas. Más de 105 millones de personas tienen derecho a votar en unos comicios considerados como un ensayo general para las elecciones que deberán tener lugar en un futuro próximo para concluir el periodo de transición hacia el Estado democrático de derecho iniciado por Mijaíl Gorbachov. Las encuestas preven una alta participación -un 81% del electorado, según el diario Rossiskaia Gazeta- y dan como favorito a Borís Yeltsin, de 60 años, actual presidente del Soviet Supremo de la URSS. Las opiniones están divididas sobre si la victoria se efectuará en la primera vuelta o será necesaria una segunda vuelta, dado que Yeltsin compite contra otros cinco candidatos.

El equipo de Yeltsin vería defraudadas sus expectativas de probar el apoyo popular al líder, si éste tuviera que participar en una segunda vuelta. Tal eventualidad daría al traste con el proyectado viaje de Borís Yeltsin a EEUU la semana próxima.Con este viaje, durante el cual Yeltsin será recibido por el presidente norteamericano George Bush, el dirigente ruso trata de demostrar que Gorbachov y los dirigentes occidentales que negocian con el líder soviético deben ahora contar con Yeltsin -y con las fuerzas que éste representa- no sólo en política interior soviética, sino también en política exterior.

Los ataques contra Yeltsin se han incrementado en los últimos días. La dosis de ayer incluía nuevos datos sobre el caso del Cónsul General Honorario de Rusia en Italia, Roberto Coppola, en prisión bajo sospecha de colaborar con la mafia. También incluía más "revelaciones" sobre el asunto de los 140.000 millones de rublos en transacciones ¡legales de venta de moneda a una empresa extranjera, que provocó en su día la dimisión del viceprimer ministro de Rusia, Guenadi Filshin. Como colofón, el periódico Sovietskaia Rossia, que Insertaba las dos informaciones mencionadas, acusaba al candidato Borís Yeltsin de haberse emborrachado durante su reciente viaje a la región minera de Kuzbás.

'Pravda' y Rizhkov

El diario Pravda, órgano del PCUS, recomendó ayer votar a Nikolái Rizhkov, el ex jefe del Gobierno soviético, de 61 años que hizo carrera en la fábrica de maquinaria pesada Uralmash de SverdIovsk, la tierra natal de Yeltsin. Rizhkov, un hombre de la primera generación de la perestroika, dirigió el gobierno des de el otoño de 1985 hasta diciembre de 1990, cuando sufrió un ataque al corazón y fue sustituido por Valentín Pávlov al frente del gabinete. Está en contra de la privatización y quiere un control fuerte sobre los precios al consumidor.

El ex primer ministro ha sido acusado de ser responsable de la crisis económica que hoy vive el país, pero ayer, en una rueda de prensa, manifestó que su gobierno "impidió" que la economía funcionara aún peor, dada la desintegración del país que comenzó a prevalecer en 1988.

Si Borís Yeltsin gana las elecciones, "la resaca comenzará muy pronto y será muy pesada", dijo Rizhkov, cuyo lema es "honradez, justicia y orden". El ex jefe de Gobierno no considera que la competencia electoral con Vadim Bakatin, el ex ministro del Interior, contribuya a esclarecer la lucha de tendencias dentro del partido comunista. "Cuando se habla de la presidencia, él es comunista y yo también", señaló el ex jefe de Gobierno Rizhkov.

Bakatin es miembro del Partido Comunista, como el resto de los candidatos, con excepción de Yeltsin (que salió del PCUS en el verano de 1990) y VIadimir Zhirinovski, un extraño personaje que encontró todo el apoyo de los medios de comunicación oficiales para fundar su organización, el denominado Partido Liberal Democrático.

El 'centro'

Bakatin, de 53 años, representa la idea de "centro" a la que se vincula al presidente Gorbachov. Es miembro del Consejo de Seguridad. y su gestión al frente del Ministerio del Interior se caracterizó por una democratización de este organismo. Bajo sus auspicios, comenzaron a publicarse las estadísticas sobre criminalidad en la Unión Soviética. Los adversarios políticos del ex ministro le acusan, sin embargo, de no haber sabido luchar contra la delincuencia, que se incrementó con el advenimiento de la perestroika. En lo que a corrientes dentro del PCUS se refiere, Bakatin representa la tendencia socialdemócrata. Los otros dos candidatos, el general Albert Makashov y Aman-geldi Tuleiev, representan, respectivamente, la política de mano dura y la defensa de los intereses regionales.

Borís Yeltsin consolidó su papel de excepción frente a sus rivales, al no acudir el lunes a una mesa redonda organizada por la televisión central soviética con la participación de los otros cinco candidatos. Todos ellos, en un momento u otro y con mayor o menor compostura, criticaron a Yeltsin, cuya silla vacía fue enfocada repetidamente por la cámara. Horas antes se había celebrado en Moscú un mitin al que acudieron unas 20.000 personas en apoyo a la candidatura de Yeltsin y a la de Gavril Popov, que se presenta al puesto de alcalde de Moscú.